Jóvenes y políticos, esta combinación es posible
El ejemplo más mediático es el de la socialista tinerfeña Patricia Hernández, con 35 años es la vicepresidenta del Gobierno canario y la consejera de menor edad. Sin embargo, hay más casos que confirman que ser joven y dedicarse a la política en Canarias es una combinación posible.
Aunque solo tiene 31 años, Noemí Santana, la portavoz de Podemos en el Parlamento de Canarias, lleva más de media vida relacionada con la política y con los movimientos sociales.
Esta licenciada en Administración y Dirección de Empresas, que ya ha militado en dos partidos: Nueva Canarias y Podemos, reconoce que parte de “la culpa” de su interés por la política la tiene su familia, su tío Germán Santana fue coordinador de Izquierda Unida en Gran Canaria y, su bisabuelo, un exiliado republicano.
Los debates familiares que recuerda en la casa de su abuela en el barrio de La Isleta hicieron mella en Noemí, quien se siente responsable de dar voz a su generación.
Noemí no quiere decepcionar a sus votantes, entre ellos, muchos jóvenes que creen que Podemos puede contribuir a darles salidas laborales.
“La política tiene que ser más transparente y más participativa para atraer a los jóvenes”, asegura la diputada de Podemos, quien opina que las energías renovables pueden dar trabajo a graduados en carreras técnicas que ahora se ven obligados a emigrar.
Una emigración que, aunque no ha sufrido en primera persona -tiene una excedencia en la empresa pública Ferrocarriles de Gran Canaria-, sí la ha sentido cercana, su prima, ingeniera superior, emigró a Zaragoza.
Nada tiene que ver la historia de la diputada de Podemos con la de la excandidata de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno de Canarias, Melisa Rodríguez, quien a los 18 años se trasladó de Los Llanos de Aridane a Barcelona a estudiar la carrera de Arquitectura.
Con 29 años recién cumplidos Melisa ha vivido en Londres -donde nació-, La Palma, Barcelona, Eslovenia -donde estuvo con una beca Erasmus-, Cabo Verde -donde trabajó con una ONG en la conservación de tortugas-, India -donde trabajó como arquitecta-, y ahora, en Tenerife, donde su tiempo se divide entre la política y, ante la falta de empleo “en lo suyo”, la creación de joyas que comercializa con una firma propia.
Melisa asegura que se afilió a Ciudadanos hace un año cuando se dio cuenta de que había empezado a quejarse más de lo normal de cómo estaba la situación, por lo que tenía que decidir si dejar a un lado las quejas o dar un paso al frente.
Optó por dar un paso al frente y comprometerse con una “nueva forma de hacer política” que, tal y como defiende su partido en el manifiesto de regeneración democrática, debe alejar a los imputados, dar voz a los militantes con la celebración de primarias y hacer públicas las cuentas anuales, los gastos y los procedimientos de auditoría interna, entre otras muestras de transparencia.
Solo de esta manera la política podrá acercarse a los jóvenes, que hasta la irrupción de fuerzas emergentes como Ciudadanos y Podemos se sentían “huérfanos”, opina Melisa.
Entre estos partidos emergentes también se encuentra la Agrupación Socialista Gomera (ASG), de la que forma parte la diputada más joven del Parlamento canario, Melodie Mendoza, con 27 años de edad y cuatro meses en política.
Melodie, que es también consejera de Economía y Hacienda en el Cabildo de La Gomera, entró en política con la motivación de hacer de La Gomera, donde la media de edad supera los cincuenta años, una isla a la que los jóvenes puedan en regresar al finalizar sus estudios universitarios.
Una formación que pasa obligatoriamente por salir fuera, lo que supone una barrera para algunos, explica Melodie, quien con 18 años se mudó de San Sebastián de La Gomera a un piso de estudiantes en La Laguna para poder estudiar la carrera de Derecho con una beca del Ministerio de Educación.
También de una isla no capitalina, en este caso de El Hierro, es Melissa Armas, quien con 28 años ya ha pasado a la historia por ser la primera alcaldesa de la isla, de la que es senadora en sustitución de Narvay Quintero.
Esta educadora social, afiliada a la Agrupación Herreña Independiente (AHI) desde 2007, siempre quiso volver a El Hierro, pese al alto desempleo y a la falta de oportunidades que reconoce que hay.
Después de estudiar durante siete años en Tenerife, Melissa volvió a El Hierro convencida de que es muy fácil quejarse y no hacer nada para cambiarlo y de que los jóvenes son el motor de la transformación social.
De forma similar piensa Lorena Hernández, diputada del PP en el Parlamento canario y concejal de Recursos Humanos y Deportes en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, quien opina que los jóvenes cada vez están más interesados en la política y reivindican formar parte de las decisiones.
Lorena, de 33 años y graduada en Relaciones Laborales, pisa esta legislatura por primera vez el hemiciclo del Parlamento de Canarias convencida de que el PP, es el partido que, pese a estar en la oposición, más cerca puede estar de arreglar los problemas de los jóvenes.