Médicos y padres avisan a Gobierno canario de que irán a Fiscalía ante suspensión de tratamiento de cardiología a niños
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 8 (EUROPA PRESS)
El secretario de la Asociación Canaria Tricontinental de Cardiopatías Congénitas, Gonzalo Hernández, ha advertido al Gobierno regional de que irán a la Fiscalía ante cualquier acción que se decida para terminar con el tratamiento de los niños de la unidad de Cirugía Cardiaca Pediátrica del Hospital Materno Infantil, en Las Palmas de Gran Canaria.
“Cualquier iniciativa que se tome para acabar con el tratamiento de los pacientes aquí, va a ser inmediatamente remitida a la Fiscalía. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Creemos que se trata de una actitud imprudente lo que está decidiendo la Consejería de Sanidad y si en algún momento llegase a ocurrir algo con cualquier paciente que se pudiera resolver aquí y no se resuelve por defectos en los traslados, además de imprudente va a ser temerario. Y queremos que la Fiscalía del Estado esté advertida de que estas cosas pueden ocurrir”, apostilló.
Hernández ha comparecido en rueda de prensa junto a los especialistas que trabajan en la citada unidad, y que la Consejería de Sanidad del Ejecutivo autonómico prevé cerrar, derivando a los pacientes a otros centros de la Península. Por ello, los padres de los niños con cardiopatías congénitas están recogiendo firmas para evitar el cierre.
Así, recordaba que este tipo de decisiones se vienen tomando “sistemáticamente” en los últimos años con el fin de “disminuir el número de pacientes y forzar la salida de pacientes en otras direcciones que no sean atendidos en el Hospital --Materno Infantil--”.
Por ello, aunque conocieron la noticia el pasado viernes, aseguró que “evidentemente la decisión parecía tomada desde hace tiempo ya, nunca comunicada pero sí, por lo menos, prevista”, de ahí que afirmó que no les ha cogido por sorpresa.
Esta decisión, aseguró Hernández, ha creado un estado de “ansiedad o angustia” a todas las familias que tienen o tendrán que relacionarse con la unidad porque, matizó, que “ningún padre o madre de un niño cardiópata elige ser padre de niño cardiópata; se enfrenta a esto porque la naturaleza los obliga”.
Por ello, consideró que con “todo” lo que la Consejería de Sanidad hace por “alejar este problema de Canarias”, implica un “castigo a los padres” que, subrayó, se suma al “castigo físico que supone afrontar” este tipo de situación.
DECISIÓN SIN CONSULTAR A PROFESIONALES
Por su parte, el jefe de la Unidad de Cardilogía Pediátrica en el Hospital Materno Infantil, Pedro Suárez, ha sido muy crítico por la forma en la que se ha tomado la decisión, ya que aseguró que en los años que lleva ejerciendo no ha conocido este tipo acción sin consultar a los profesionales.
Suárez afirmó que cuando se les comunicó la decisión del cierre se quedó “perplejo, desorientado”, además de insistir en que se hizo “sin consultar a un sólo profesional”.
En cuanto a las razones que, posteriormente, se han ido exponiendo para cerrar la unidad, como el económico o asistencial, Suárez remarcó que se trata de una especialidad en la que “muchas veces” se compromete la vida del niño, de ahí que expuso que no se sustentan las razones expuestas.
De todos modos, indicó que le han dado opciones a la Consejería, económicamente se han remitido a los convenios que existen con la Unión Europea (UE), financiados con fondos Feder, y que sirven tanto para formación como para tener pacientes del continente africano; mientras que cuando se han referido a la calidad asistencial, Suárez aseguró que los profesionales de la unidad han dicho que “los echen” pero han pedido que no se cierre.
Y es que el doctor Suárez explicó que para los traslados hay un sólo avión medicalizado, y que según las estadísticas globales que tienen sobre estas patologías, al año habría que trasladar a la Península a unas 150 personas con los gastos que ello conllevaría.
Sin embargo, apuntó que al cuestionar a personal de la Consejería de Sanidad cuánto supondría el coste de este de acciones, aseguró que “nadie sabía nada”.
Asimismo, ha criticado la gestión que se está haciendo cuando se decide cerrar una unidad como esta. “En manos de quién estamos, qué gestión es esta”, se preguntó, para cuestionarse además que si existen tres unidades de adulto y una de menores, por qué se decide cerrar la de infantil.
Y es que, recalcó, a modo de ejemplo de la situación que se dará, que un adolescente de 15 años con una patología de cardiología congénita, si cierran la unidad, no podrá ser operado en ningún hospital canario porque sólo se hará cirugía para adultos.
TASA DE MORTALIDAD DE LAS MÁS BAJAS
Por su parte, el responsable de Cirugía Cardiaca Pediátrica en el Materno Infantil, Gabrielle Iacona, expuso algunos de los datos entre los que se refleja que dicha unidad tiene una de las tasas más bajas de mortalidad a nivel europeo, ya que se sitúa en el 4 por ciento.
Para exponer el trabajo que se realiza y las posibilidad que existe de que los niños nazcan con alguna cardiopatía congénita, el doctor Iacona señaló que de cada 1.000 nacimientos, ocho lo hacen con cardiopatía; mientras que del millón de habitantes, 51 necesitan intervención.
Asimismo, expuso que de los 17.196 niños que nacieron en Canarias en 2011, fueron 140 los que se convirtieron en pacientes cardiópatas. Además, añadió que desde que se creara la unidad, en 2001, hasta 2011, se han realizado 911 intervenciones, lo que supone una media de 83 al año.
Para Iacona el objetivo debe ser la calidad de asistencia a los pacientes y no la dimensión de la unidad. Así, criticó que se haya planteado el cierre “sin atender” a la insularidad del archipiélago.
Por su parte, el cardiólogo intervencionista del Materno Infantil, Francisco Jiménez, incidía en la importancia de la hemodinámica en la citada unidad y para cuestionar los traslados de niños con cardiopatías a la Península, señaló que han llegado a hacer un cateterismo a las dos horas de nacer el bebé.
De esta forma, se intenta poner en cuestión el hecho de que niños que nazcan y se encuentren en estado crítico, tengan que depender de un traslado a la Península para ser evacuados y operados en otro hospital.
Finalmente, al ser cuestionados si existe algún hospital privado que realice este tipo de cirugía en Canarias, indicaron que no pero además, el doctor Suárez subrayó que el coste de este tipo de unidades por todo el refuerzo que conlleva de otras unidades, no cree que le compensase a los privados. “No creo que haya alternativa a nivel privado”, concluyó.
SE PERDERÁN FONDOS
En esta comparecencia también ha estado la vicerrectora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Rosario Berriel, para explicar que la ULPGC tiene firmado 15 convenios con el Servicio Canario de Salud (SCS), entre los que se encuentra el destinado a la formación en cardiopatía congénita y atención a unos 30 niños de Senegal con la patología.
Berriel indicó que se han dirigido en varias ocasiones a la Consejería de Sanidad, sin obtener respuesta, y que de cerrar la unidad habrá que devolver el dinero del convenio, que está cofinanciado por la Unión Europea (UE) con fondos Feder, así como lo que ello conllevará tanto para los niños africanos como para la ULPGC.