''Estoy metido en un agujero negro''
“La culpa de todo es mía? metido en un? agujero negro”. Así confiesa estar Felipe de Armas Jerónimo a otra persona en una conversación intervenida por la Policía Judicial durante la instrucción del caso Las Teresitas. “Todo el proyecto, el plan de viabilidad? todo está firmado por mí, que fue cuando se decidió comprar?”.
Felipe de Armas era en 1998 un trabajador de Ignacio González Martín en Vultesa, y posteriormente, a partir de 2003, en Promotora Victoria, empresa que participa de Inversiones Las Teresitas (ILT). González Martín era consejero de CajaCanarias cuando en junio de 1998 se aprobó conceder el crédito de 33 millones de euros (5.500 millones de pesetas) a ILT.
El asalariado del empresario no está actualmente imputado por cohecho pero sí por malversación de caudales públicos. Él fue quien abrió la puerta a los agentes de la Judicial cuando fue inspeccionada una oficina en Villalba Hervás, donde los González Santiago guardaban documentación que reveló que había una contabilidad B en varias sociedades de los empresarios (“yo llevaba todo lo negro en la empresa”, dice a su interlocutor), y sobre todo Felipe de Armas es considerado por la Fiscalía una pieza clave, otra más, en la operación de compra-venta de Las Teresitas, ya que fue él quien constituyó ILT junto con Antonio Plasencia, a su vez socio del consejero.
Lo explica en la conversación intervenida. “Me lo dijo a mí (Ignacio González) de hacer él todo eso (el proyecto y el plan de viabilidad), pero que figurara yo en lugar de él porque él no podía, porque era miembro de CajaCanarias, entonces figuré yo y Las Teresitas las compré yo”. “¿Que Las Teresitas aparecen a tu nombre?”, pregunta el interlocutor. “Sí, yo y el dueño de Promotora Punta Larga, el otro que es socio de él? después él renunció a CajaCanarias, al Consejo y entonces yo le vendí”.
De Armas Jerónimo tenía un sueldo anual de 10.982,32 euros en 1998, que subió hasta 17.704,04 euros en 2006. Un salario que, en todo caso, resalta la Policía Judicial, no se ajusta a los gastos registrados por Hacienda, con un desfase en ese periodo de tiempo, de 90.359,37 euros injustificados, entre los que se incluye la compra por 8.595 euros de una moto Honda de 750cc en 2002.
“Muchos talones y otras cosas”
Sin duda era un hombre de confianza. Estaba autorizado en 10 cuentas corrientes de Vultesa, 12 de Promotora Victoria, dos de Tinerjoya, y dos en la inmobiliaria PromoPalma S.A. Además es titular de dos cuentas en CajaCanarias, una de las cuales ha registrado movimientos nada acordes con los ingresos declarados. En esa cuenta tuvo un ingreso de 86.473,54 euros de los que no se conoce la procedencia.
“Hay muchos talones hechos al portador? y otras cosas, que pensarán que es para pagar a los funcionarios...”, confiesa Felipe de Armas en la conversación intervenida. En efecto, hay muchos cheques que cobra, pero lo que llamó la atención a los investigadores fue que el dinero conforme entraba, salía hacia otra cuenta. Es lo que ocurrió con 240.404,84 euros que tras pasar el 22 de diciembre de 2002 por una cuenta de Felipe Manuel de Armas fue a parar a otra cuenta en ING de González Martín. Ese mismo día hay una ampliación de capital de ILT, en la que Promotora Victoria aporta la cantidad mencionada.
Hay más talones investigados, entre 2002 y 2006, de los que no se conoce no origen ni destino del dinero, la mayoría de 4.721,24 euros, aunque también los hay por 30.000, 15.000, 12.000 y 6.300 euros.
Trasvases sin lógica
La policía sostiene que si se trata de trasvases de dinero de una cuenta a otra dentro del mismo grupo empresarial, “no tiene lógica mercantil” porque “lo más rápido y habitual es realizar una transferencia”. Por otro lado, añade la Policía Judicial, “pudiera ser una forma de obtener dinero en efectivo mediante el libramiento de cheques al portador, que los cobra Felipe Manuel, y poder realizar pagos en dinero B”.
El mismo día en que cobró un talón por 9.015,18 euros, ingresó la misma cantidad en una cuenta de Laboratorio González Santiago. Hay otros dos cheques por 3.005,06 y 6.010,12 euros que conforme los cobró Felipe Manuel fueron ingresados en cuentas de Multiruedas S.L. y Complejo del Carmen, ambas vinculadas también a Ignacio Martín o sus hijos.
A ello hay que sumar “las anomalías encontradas por los sucesivos ingresos en efectivo, ya que no tienen justificación económica, pudieran ser percepciones del trabajo en dinero negro”.
No parece que haya duda, a tenor de las conversaciones intervenidas a Felipe Manuel de Armas, de que comenzó a angustiarse y a temer acabar en la cárcel a raíz de que fue llamado a declarar como testigo en 2007 y salió imputado. “Tengo ataques de ansiedad todos los días”, afirmaba en una de las conversaciones investigadas, hasta el punto de necesitar la ayuda de un psiquiatra que, según dijo, le costaba 300 euros en un mes.