Paquita Luengo
La política está sembrada de curiosas paradojas. Ella es una. Equilibrista con talento, hizo carrera a la sombra de López Aguilar y ahora a la del que le sigue. Arma siempre ruido, pero es más sigilosa de lo que aparenta. Por Tindaya, decidió ser el látigo de Soria. Persevera.