Pedro Rodríguez Zaragoza
Campechano y próximo sin ser humilde, una fuerza desatada sobre los lastres y fanegas de la burocracia. Se hizo imprescindible a la sombra de Hermoso y después lo ha sido todo y sin abundar en el Gobierno y sus recovecos. Con cien así, Canarias sería eficiente. Y menos gris.