Pequeños grandes diputados
Durante una hora, Canarias ha estado presidida por Francisco Manuel Sosa Bolaños. En esos 60 minutos, 66 pequeños grandes diputados han aprobado medidas para fomentar la amabilidad, la libertad y la autonomía personal, valores más necesarios que nunca en unos momentos en los que el monstruo de la crisis parece devorar cualquier esperanza.
Este ficticio golpe de Estado de solidaridad contra Paulino Rivero ha sido protagonizado por 66 niños de 5º y 6º de Primaria de los colegios Charco del Pino de Granadilla de Abona (Tenerife) y Fernando Guanarteme de Gáldar (Gran Canaria) bajo el auspicio de Aldeas Infantiles SOS.
Y han decidido que, para que la sociedad tenga cada día más valores, hay que asumir los compromisos de “querer a mis amigos tal como son”, “ayudar a los niños y niñas del Tercer Mundo y de mi pueblo” y, por último, “ser cada día más respetuosos y amables con todas las personas”.
Unos diputados que han dado una lección de respeto, tolerancia, solidaridad y libertad de expresión que puede dejar con la cara colorada a algún que otro representante elegido en las urnas al que hoy sutituían.
Y la han dado durante una sesión plenaria muy alejada de la trifulca y el debate subido de tono que normalmente se escucha bajo los frescos del hemiciclo de la calle Teobaldo Power.
Así lo ha reconocido el propio presidente de la Cámara, Antonio Castro, al afirmar en su discurso que “con la sinceridad y la frescura propia de su edad, nos dan bellas lecciones de democracia”.
Con una sonrisa en la boca
Y eso hicieron Daniel Gómez Trujillo e Idaira Rodríguez, como portavoces de Tenerife, y el presi Sosa Bolaños y Jezabel Hernández por Gran Canaria a la hora de exponer sus compromisos:
“Ser respetuoso, generoso y comprensivo con los demás y siempre tener una sonrisa en la boca”, desgranaba en la tribuna de oradores Daniel, porque “la libertad no significa hacer lo que tú quieras, sino dentro de unas normas”.
Tal lucidez de ideas fue, naturalmente, acogida con un fuerte coro de aplausos, al igual que cuando Jezabel dijo que “hay que valorar las cosas más sencillas y no las más caras”.
“La amabilidad se produce cuando somos cariñosos y generosos sin esperar nada a cambio”, afirmaba el 'presi' Francisco antes de remachar con que “no podemos ejercer el uso de nuestra libertad si con ello molestamos a otras personas”.
Tener paciencia
“La autonomía nos ayuda a desenvolvernos en la vida”, decía la portavoza Idaira al tiempo que recordaba que “debemos tratar a los demás como a nosotros nos gustaría que nos tratasen y, si no lo hacen, tener paciencia”
Este martes, en el hemiciclo, se ha hecho realidad el proverbio de que solo los locos y los niños dicen la verdad (por eso Serrat los llamó 'locos bajitos') pues, con esta claridad de ideas y este ventarrón de fresca sinceridad, se abre la esperanza a que la generación que este martes se sentaba en los escaños del Parlamento no aboque a la humanidad a una crisis tan salvaje y desbocada como la actual, fruto del egoismo y del enriquecimiento fácil.
Solo queda que sea verdad lo que dijo la directora general de Políticas Sociales e Inmigración, Ángeles Fernández, y que el Gobierno de Rivero, cuando retome el mando tras la sesión infantil, demuestre que la misma ha servido para “acercarnos a vuestras demandas y reflexiones para trabajar hacia una sociedad más solidaria”.