El PSC lleva al Parlamento el rechazo a la reforma laboral
El Grupo Parlamentario Socialista Canario, a través de su presidenta, Lola Padrón, ha registrado una iniciativa en la Cámara autonómica para pedir al pleno que inste al Gobierno regional a solicitar al Ejecutivo central que paralice el Real Decreto Ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral.
Mediante la proposición no de ley, que será debatida en sesión plenaria, la diputada pide convocar a los interlocutores sociales para negociar una reforma que respete e incluya el contenido del II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2012, 2013 y 2014 alcanzado el 25 de enero, tanto en lo relativo al uso de la flexibilidad interna de las empresas como en relación al pacto de rentas, “por ser el instrumento que permite la adaptación de esas rentas a la coyuntura económica del momento, haciéndolas más competitivas y favoreciendo una mayor estabilidad en el empleo”, señala en un comunicado.
Los socialistas apuestan, asimismo, por restablecer el equilibrio en las relaciones laborales, “con respeto absoluto” a la negociación colectiva y a sus elementos sustanciales. Como recuerda Padrón, las disposiciones contenidas en el real decreto ley van a tener, en caso de ser aprobadas por las Cortes Generales, consecuencias “muy negativas” sobre los derechos de los trabajadores.
“La reforma pretende que el despido sea la opción más fácil para que una empresa mejore su competitividad y traerá más paro, pues en un momento de recesión como el actual, una reforma laboral de estas características solo sirve para abaratar el despido, para facilitar más la destrucción de puestos de trabajo, pero no para incentivar la contratación”, afirma.
Añade que está pensada por un Gobierno “que carece de una agenda de reformas para impulsar el crecimiento y que únicamente cuenta con una agenda de triple ajuste: presupuestario, de rentas de trabajo (subida del IRPF) y en los derechos de los trabajadores”.
Padrón hace hincapié en que la reforma “supone un retroceso de los derechos de los trabajadores porque generaliza el abaratamiento del despido a 20 días, abre la puerta a una rebaja general de los sueldos sin necesidad de acuerdo, refuerza el poder de los empresarios en las relaciones de trabajo, crea un nuevo contrato con bonificaciones que permite el despido libre y gratuito durante el primer año y abre el camino de los despidos colectivos en el sector público”.
La presidenta de los socialistas en la Cámara subraya que la reforma “anula la capacidad de negociación de los sindicatos para defender los derechos de los trabajadores” y señala que una gran reforma laboral “precisa del pacto de los agentes sociales para ser garantía de éxito”. Al respecto, sostiene que la presentada por el Gobierno facilita la no aplicación de lo pactado en los convenios ?descuelgues-.
También subraya que suprime la autorización de la autoridad laboral de los expedientes de regulación de empleo, “con lo que se reduce seriamente la capacidad de los sindicatos a la hora de negociar y se asume un riesgo añadido de judicialización de las relaciones laborales”.
Por todo ello, Lola Padrón insiste en que la reforma laboral “no va a resolver la grave crisis que sufre la economía española y no va a rebajar la alta tasa de paro existente”. Sostiene que lo que sí va a suponer es “una degradación de las condiciones de trabajo, un empobrecimiento de la población, un ataque a la cohesión social, un incremento del número de despidos y rebajas en los sueldos de los trabajadores”.
La parlamentaria del PSOE remarca que la reforma “es ineficaz, desde la perspectiva del empleo, porque favorece el despido y con ello el aumento del desempleo; es injusta, porque los trabajadores pierden derechos, ganan inseguridad y porque da todo el poder a los empresarios”.