Puertos 'congela' el concurso para el bar terraza del faro de Maspalomas

La Autoridad Portuaria de Las Palmas ha decidido paralizar el concurso abierto que se tenía previsto llevar al Consejo de Administración del próximo viernes, consistente en la instalación de un bar terraza en el faro de Maspalomas, catalogado como Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento.

La razón, la necesidad de analizar los recursos presentados contra esta actuación, entre los que se encuentra un procedimiento contencioso-administrativo que exige la nulidad del acuerdo adoptado por el Consejo en el que se aprobó el pliego de condiciones y la convocatoria del concurso el 10 de mayo de 2011.

Luís Ibarra, presidente de la Autoridad Portuaria ha confirmado a CANARIAS AHORA la congelación del mencionado concurso, además de dejar claro que es un procedimiento que no empezó el actual Consejo de Puertos, sino que se encontraron con este concurso al llegar al poder.

Este concurso estuvo bloqueado por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, debido a un informe desfavorable del arquitecto municipal. Sin embargo, el aparato jurídico decidió seguir adelante con el proyecto y, meses después, vuelve a interrumpirse el procedimiento debido a los recursos mencionados.

Luís Ibarra considera que esta concesión “se sacó a concurso muy alegremente, sin tener en cuenta los aspectos urbanísticos”, por lo que, una vez examinada la viabilidad jurídica del mismo, se planteará el llevarlo o no al Consejo que tendrá lugar a finales de noviembre.

La zona en la que se pretende instalar este bar terraza ?ocupando 223 metros- no está regulada por el actual PGO del municipio, por lo que el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, ha confesado a este medio que “pocas trabas legales pueden ponerse a este concurso”.

“Este Ayuntamiento ha hecho todo lo posible para impedir que se lleve a cabo el proyecto, pero ahora está en manos de Puertos”, asegura.

Otro de los argumentos legales que se han utilizado desde que se hiciese público el concurso es la Ley 4/1999 de Patrimonio Histórico de Canarias, la que obliga a obtener la autorización del Cabildo de Gran Canaria, previo informe de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico para llevar a cabo actuaciones en los Bienes de Interés Cultural. Sin embargo, el regidor de la Corporación sureña asegura que el proyecto cuenta con el mencionado informe favorable.

650 firmas en contra del Concurso

650 peticiones, firmadas por empresarios y ciudadanos del sur de Gran Canaria, con destino a la Autoridad Portuaria, al Cabildo grancanario, al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y a la Demarcación de Costas, se oponen frontalmente a la instalación de este bar terraza.

Tras establecer como premisa la catalogación como Bien de Interés Cultural con categoría de monumento que ostenta el faro de Maspalomas - de acuerdo con el decreto 55/2005, de 12 de abril-, los ciudadanos y empresarios exigen que “se impidan actuaciones que posibiliten a particulares explotar en beneficio propio una identidad que pertenece y debe aprovechar por igual toda la ciudadanía”.

La FEHT también rechaza el bar terraza y recuerda que propuso un museo

La Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas adoptó el pasado 3 de octubre un acuerdo contrario a la adjudicación del concurso, transmitido por el presidente a la Autoridad Portuaria y varios organismos. Los principales puntos versan sobre “la impropia utilización de un símbolo de toda zona turística de Gran Canaria y el daño a la calidad de la oferta turística” que supondría estas instalaciones, además de compartir las premisas descritas por el documento firmado por los 650 empresarios y ciudadanos.

El presidente de la FEHT, Fernando Fraile, ha asegurado que hace varios años se propuso a la Autoridad Portuaria la instalación de un museo en este espacio, lo que expondría a los miles de turistas que visitan la zona la riqueza cultural canaria.

“Esa zona está sobrada de bares y cafeterías. Un icono del turismo de Gran Canaria como es el Faro de Maspalomas debería ser un edificio de corte cultural que disfrutemos todos”, concluye.

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