Los recortes no afectarán a la inversión en el comercio tradicional

La consejera de Empleo, Industria y Comercio, Margarita Ramos, ha garantizado en el Parlamento regional que el Ejecutivo canario “no va a sacrificar” los incentivos económicos a los pequeños comercios pese a que el Presupuesto estatal recorte partidas al Archipiélago.

“El objetivo del Gobierno es seguir apoyando el programa de Zonas Comerciales Abiertas porque en esta época de crisis es muy peligroso dejar solo, a su propia suerte, al sector del pequeño comercio”, ha asegurado.

De esta manera, Ramos contestaba al portavoz del Grupo Nacionalista (CC-PNC-CCN) en la Comisión de Industria, José Miguel González, quien planteó el hecho de que los pequeños comerciantes “deben apretar los dientes y ser competitivos”.

“Canarias ha estado demasiado acostumbrada a la protección, solo se han podido limitar las grandes superficies por criterios medioambientales, por lo que los empresarios deben acostumbrarse a la competencia”, dijo González.

Además, el portavoz nacionalista recordó que en la Península las grandes superficies “están perdiendo cuotas de mercado”, por lo que la actual coyuntura es favorable a la recuperación del comercio tradicional. Aunque insistió en que el Gobierno debe incentivar la recuperación de las zonas tradicionales, también recordó que el protagonismo “debe ser de los empresarios” para recuperar competitivamente al sector.

Ramos dijo que “en el futuro debería ser así”, pero en estos momentos es necesario mantener el “programa estrella” que ha permitido que zonas tradicionales que habían quedado en el “olvido y el abandono” se hayan reactivado con “actividades colaterales de restauración, hosteleria, ocio y cultura que han enriquecido la vida en comunidad”.

“El programa de zonas comerciales abiertas tiene un doble objetivo: impulsar la actividad económica y la emprendeduría, pero también, recuperar zonas que antaño fueron el centro comercial de pueblos y ciudades que habían quedado en desuso”, dijo Ramos.

Un programa de actuación plurianual, cifrado en 32 millones de euros y que hasta el momento lleva desembolsados 16,2, con el que se financia “la mejora del equipamiento básico (iluminación, peatonalización, mobiliario urbano) y proyectos de armonización estética de estos entornos (rehabilitación de fachadas, cartelería común)”, afirmó Ramos.

Pero además de la reactivación comercial, que “supone casi el 20% de los puestos de trabajo” en Canarias, este programa sirve para “impulsar el comercio exterior”, toda vez que el Ejecutivo regional ya ha exportado este modelo en Marruecos, “donde ya se están desarrollando tres zonas con el apoyo el Gobierno de Canarias”, y en Cabo Verde.

El portavoz del PIL en el Grupo Mixto, Fabián Martín, estuvo de acuerdo en “los objetivos de los planes para mejorar las condiciones del modesto comercio de las islas pero no se han cumplido del todo, porque las instituciones locales e insulares solo se han quedado en obras de urbanización y no de dinamización”.

Una crítica que se sumó a la del portavoz del Grupo Popular, Jorge Rodríguez, quien exigió a la Consejería que “vigile” que los “incentivos económicos que reciben las asociaciones de pequeños comerciantes” se empleen para los fines diseñados por el programa de apoyo a las Zonas Comerciales Abiertas.

Por su parte, el socialista José Ignacio Álvaro Lavandera, que fue quien pidió la comparecencia de la consejera, insistió en que “la implantación de grandes superficies crean nuevos escenarios más difíciles para el comerciante minorista, que va quedándose sin clientela”, por lo que “no es suficiente que las grandes firmas quieran estar en el centro de las ciudades”.

Lavandera, que recordó que en la provincia tinerfeña hay un total de 22 zonas comerciales abiertas y 13 en la de Las Palmas, advirtió del “riesgo que la política de liberalización de horarios” va a tener para los pequeños comerciantes, que no podrán competir en igualdad de condiciones.

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