Capoeira, la danza del verso libre

Un grupo practica capoeira en la Plaza de la Puntilla. (Canarias Ahora)

Eva González

Las Palmas de Gran Canaria —

Es arte, deporte, lucha, danza, poesía…difícil definir. Hoy es una manifestación artística cultural, un documento intangible capaz de unir a millones de personas y trasladar información y conocimiento fuera de los cauces habituales. Declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, encuentra practicantes allí donde llega y no excluye a nadie. Diferencias de sexo, ideología, cultura o raza, no son tenidas en cuenta, precisamente por haber nacido en Brasil, en el seno de un sistema de esclavitud salvaje, en el que africanos, indígenas y algunos blancos que no pertenecían a las clases elitistas quedaban relegados y sin identidad alguna. Desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la segunda del siglo XIX hubo un intenso tráfico de personas del África hacia Brasil, eran traídas como esclavas. El documento más antiguo que legaliza la importación de esclavos fue firmado por D. Juan III de Portugal a finales de su reinado, en la década de los cincuenta del siglo XVI. Esta práctica que surgió de forma natural bajo un sistema opresor, daba un sentido de individualidad y de autoconfianza y servía para mantener a los grupos unidos. Además les permitía estar en forma, ágiles y preparados frente al opresor. La capoeira fue un disfraz, la forma del esclavo para construir su fuerza. El sistema opresor fue capaz de suprimir el habla pero no lograron reprimir el cuerpo. A pesar de ser censurada durante años, la capoeira sigue viva y recorre el mundo después de quinientos años, demostrando que la libertad, por mucho que a veces se diga que es un ideal, temporalmente asoma la cabeza y respira.

En Gran Canaria también se practica capoeira. Alejandro Padrón, Surfista (1), lleva años formando grupos y dando a conocer este arte que él mismo dice no encuentrar “palabras para definir”. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, Master de tres años en formación especializada de Arte Terapia por la Universidad de Barcelona y poseedor del título de capacitación pedagógica, imparte clases desde hace más de diez años en diferentes gimnasios y escuelas. Participa en varios proyectos de integración social, trabajando con grupos en riesgo de exclusión social. Además de organizar rodas (2) al aire libre, como vino sucediendo desde que surgió la capoeira hasta 1930, cuando se empezaron a crear escuelas. Actualmente prepara la inauguración de un nuevo centro en la Plaza de la Música, que espera abrir en el mes de abril, donde reunirá a todo el que desee conocer y entrenarse en esta lucha. Es el iniciador de Abadá Capoeira (3) en Gran Canaria y viaja a Brasil para regularizar su formación periódicamente. Este verano pasado hizo su último viaje, fue con el nivel de graduado y volvió con el de instructor.

Alejandro nos habla de su proyecto educativo y de esta completísima disciplina. “Engloba diversas artes (música, acrobacias, expresión corporal, danza, juego…) y ayuda al desarrollo integral de la persona a nivel físico, mental, emocional y social. Está principalmente basado en una educación en valores tales como el respeto, la cooperación, el trabajo en equipo, la superación… Estimula el dominio corporal, la agilidad, la atención, la creatividad, el auto control y la auto confianza, favoreciendo así un comportamiento más socializado que ayuda a mejorar la convivencia”. Y añade la siguiente reflexión, “si la difusión de la capoeira en las favelas brasileñas ha jugado un innegable papel contra la marginación y la exclusión social, ofreciendo a niños y jóvenes una vía de desarrollo personal que frenara su caída en las redes del narcotráfico, a este lado del Atlántico, la capoeira nos trae un importante mensaje. En esta época convulsa, en la que afloran xenofobias, extremismos y radicalismos de toda índole, lamentablemente no extintos, la capoeira aporta valores a no desdeñar, incluyendo su propia historia y origen. El eco de los esclavos afroamericanos que soñaron con ser hombres libres se revela, a través del berimbau, como un regalo en estos tiempos nuevamente sembrados de temor e incertidumbre”.

Cinco siglos de historia

Se conocen dos tipos de capoeira, angola y regional. El grupo Abadá Capoeira Gran Canaria siguen las enseñanzas de Mestre Bimba pero con el paso del tiempo han logrado un estilo peculiar y enriquecido con algunas variedades. Podríamos decir que predomina el estilo regional con rasgos del angoleño y algunas características propias de la escuela Abadá Capoeira.

Brasil fue el último país en abolir la esclavitud en el año 1888, los libertos se trasladaron a las ciudades del país en circunstancias de alienación social. Con la escasez de empleo y un duro bagaje a sus espaldas, muchos se unieron o formaron bandas. No esperaría nadie que se iban a dedicar a “hacer el bien”, pues sólo habían recibido exclusión, abusos y maltratos y los habían cercado de tal manera que no era fácil la inclusión social. Continuaron practicando capoeira. Con el tiempo llegó a ser mal vista incluso censurada en 1890 y, sin atender a las causas y a la responsabilidad del sistema así como a las consecuencias, se identificó la capoeira y a quienes la practicaban con una fácil etiqueta, que además coincidía con la realidad generada. “Criminales”. El castigo por practicarla era extremo, a los infractores se les llegó a cortar los tendones de la espalda y los tobillos. Pero se continuó practicando en la clandestinidad.

Mestre Bimba hizo una gran contribución para la preservación de esta lucha. Él abrió la primera academia para la enseñanza de capoeira en Salvador de Bahía, Brasil. Esto representó un gran avance hacia la legalización de esta práctica en Brasil y permitió a la capoeira ganar popularidad en una época en la que estuvo a punto de extinguirse. Un notable ejemplo de la influencia del sistema de enseñanza de Mestre Bimba tuvo lugar en 1937, cuando fue invitado a actuar con sus alumnos en un evento en el que Getúlio Vargas, presidente de Brasil en aquella época estaba presente. Vargas quedó tan impresionado con la disciplina y devoción de los alumnos de Mestre Bimba, que declaró la capoeira el deporte nacional de Brasil. Fue en esta ocasión cuando Getúlio declaró que la capoeira era una lucha de valor sin igual. Mestre Bimba es el patrón de Abadá-Capoeira y recibió el título de Doctor Honoris Causa post-mortem por la Universidad Federal de Bahía.

Mestre Camisa, quien está hoy en día en activo, fue alumno de Mestre Bimba y fue el fundador de la organización Abadá Capoeira a nivel mundial con sede en Brasil, desde donde se ha ido extendiendo por más de sesenta países de los diferentes continentes.

En la actualidad existen un sinfín de academias alrededor del mundo, no sólo trasmiten la capoeira como arte marcial, sino también como una forma de vida, una inspiración. La integración social es uno de sus valores, no importa de dónde viene la persona que lo practica, no discrimina credo, ni estrato social, no se pretende demostrar la superioridad de alguien con respecto a los demás. En la capoeira no gana nadie, no hay vencedor ni vencido.

El estilo capoeira Angola, considerada la madre de la capoeira, es la forma más antigua y de la que deriva la capoeira regional. Mestre Pastinha fue el más destacado luchador y defensor de la capoeira Angola. Gran amigo del escritor Jorge Amado quien le ayudó con el lanzamiento del libro Capoeira Angola y escribió el prólogo.

Jorge Amado no fue el único, pero sí representa una figura imprescindible en la difusión de la cultura brasileña y mediante su obra, tanto literaria como periodística, libró una gran batalla contra la intolerancia racial y religiosa. Fue capaz de alcanzar lo universal relatando lo local y regional, apostando siempre por la riqueza del mestizaje.

Capoeira en femenino

Cecilia Lorenzo, Risadinha, entrena con Surfista en el grupo Abadá Capoeira Gran Canaria y nos habla de la presencia de la mujer. “Cada vez hay más presencia femenina a pesar de que ha costado mucho”, -explica Risadinha. “La capoeira surgió precisamente a favor de la libertad y en un ambiente de discriminación racial y social en todos sus aspectos. La diferencia de sexo, no puede ser motivo de discriminación. En Abadá Capoeira se organizan encuentros sólo para mujeres, donde se incentiva y explica que hombres y mujeres participen en la capoeira en términos de igualdad”.

Risadinha asume la práctica de la capoeira como una lucha por la libertad. “No podemos olvidar que fue una revolución de los esclavos por conquistar la libertad que les arrebataron y aunque se defina como danza, arte marcial…el origen y motivo real de su existencia es la lucha por la igualdad de los seres humanos”.

Actualmente, Abadá Capoeira cuenta con dos mestras brasileñas y residentes en Estados Unidos, donde practican e imparten capoeira y gozan de gran prestigio y reconocimiento. Edna Lima y Márcia Cigarra.

La música es tan importante como la lucha

Desde el comienzo, el interesado en este arte de la capoeira regional, se enfrenta al aprendizaje del idioma, los ritmos, incluso a la propia construcción de sus instrumentos, al conocimiento de sus cantos, la práctica de acrobacias y de valores personales. El practicante no podrá esquivar la historia, en mayor o menor medida le calará la cultura afro-brasileña a través de su música y sus letras, que son un constante canto a la libertad.

Existen diferentes tipos de canto como la ladahiña (4), chula (5) o corridos (6), entre otros. Los cantos serán los que animen y marquen el ritmo de la roda, el elemento principal de la capoeira. Un círculo formado por los propios capoeiristas y los músicos. En su interior se inicia el diálogo silencioso de los movimientos al ritmo que marca el berimbau. Le acompañan otros instrumentos como el pandeiro, reco-reco, caxixi, atabaque y agogó.

Si nos ocupamos de la capoeira regional y en concreto de la escuela Abadá, puesto que cada escuela tiene sus modos, los capoeristas son evaluados para conseguir ascender en su graduación. En el batizado (7) el alumno recibe la primera cuerda, y si continúa en la lucha recibirá cinco cuerdas más de diferentes colores, según el nivel. El siguiente nivel, después de alumno, sería el de graduado, con 4 cuerdas y le sigue el nivel de instructor con dos cuerdas más, después pasaría a ser profesor, también con dos cuerdas, luego vendría mestrando y finalmente mestre. El destino que no todos consiguen pues es un camino largo. En España, Mestre Camisa, quien fundó Abadá Capoeira España en 1989, es el referente y amparo de los capoeristas del estilo regional.

Y a muchos kilómetros de Bahía, aquí en Gran Canaria, como en otros muchos lugares donde se practica hoy esta danza ancestral, es posible estar en contacto con ella, gracias a, entro otros, Alejandro Padrón, instructor Surfista, uno de los mayores difusores de capoeira en Gran Canaria, a quien se suma en estos días, venido desde Brasil, David Nascimento, Profesor Davisao, también del grupo Abadá Capoeira. Ha comenzado ya a impartir clases en la calle Pérez del Toro 83 y viene a llevar en conjunto con Alejandro el trabajo de la difusión y la enseñanza de la capoeira en la isla. Y a la espera quedamos de la nueva apertura del local en Plaza de la Música, donde continuarán ofreciendo sus enseñanzas. Hasta entonces, se siguen impartiendo las clases también en el colegio Guanarteme, frente al Instituto El Rincón. Desde ahora serán ambos, Davisao y Surfista quienes dirijan los espacios donde esté la escuela Abadá Capoeira Gran Canaria.

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