Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.
EL ESTRENO DE STAR WARS. LA HISTORIA DEL CINE CORONET
Hasta allí se acaba de desplazar un fotógrafo del San Francisco Chronicle para poder tomar algunas fotos del fenómeno que se estaba desarrollando a las puertas del veterano local. ¿La razón?... Muy simple: tres días antes se había estrenado una película de ciencia ficción la cual, sin tan siquiera una campaña de promoción en los medios, había desatado la pasión de los espectadores.
La película en cuestión era Star Wars y nadie, ni siquiera los responsables del estudio confiaban en que aquella suerte de serial cinematográfico de nueva factura llegara a interesar a una minoría de espectadores.
Por eso, Star Wars solamente se estrenó en 32 salas en todo el país, el miércoles 25 de mayo de 1977, entre las que se incluía el cine Coronet y el Winchester Century 22, situado en el número 3162 Olin Ave. San Jose, CA 95128 y que igualmente cerró sus puertas hace unos años.
Sea como fuere, el mismo día en el que se estrenó la película, las colas que se formaron superaron el aforo de todos los cines, incluyendo los de los dos cines situados en California. Parecía increíble que locales que superaban las 1200 butacas colgaran el cartel de “agotado” mientras la gente no paraba de acudir en masa hasta ellos, como una verdadera marea humana.
Buena parte de culpa de todo esto, por lo menos en dicho estado, la tuvo el crítico del San Francisco Chronicles John Wasserman, quien conocedor de la trayectoria de George Lucas, escribió una reseña que, junto con las imágenes previas que se habían podido ver antes del estreno, convencieron a los seguidores del cine de género que aquella desconocida película merecía la pena de ver.
Al final, los propietarios de los cines que habían osado estrenar la película de George Lucas empezaron a calcular lo que aquella cinta les podía reportar y, en algunos casos como le ocurriera al Coronet, el beneficio superó el medio millón de dólares, incluso más, sobre todo si se tiene en cuenta que, en 1977 la fiebre de las galaxias estuvo en manos de muy, muy pocos.
© José Gracia Pont. 2017
© Eduardo Serradilla Sanchis, 2017
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Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.