Más de 1.000 menores de la capital tinerfeña disfrutaron del proyecto ‘Pequehuertos’ en este curso escolar
Un total de 1.076 alumnos de segundo y tercero de primaria de 27 centros de enseñanza de la capital tinerfeña ha participado durante el curso escolar que acaba de terminar en la iniciativa Pequehuertos, organizada por la Fundación Santa Cruz Sostenible con la colaboración de Fundación Cepsa.
Este proyecto, que comenzó en el año 2016, se ha ido consolidando como una iniciativa que propicia el consumo sostenible, la alimentación saludable y el respeto por el medio ambiente entre los chicharreros más jóvenes, haciéndose extensiva la iniciativa a un total de 6.750 alumnos desde su inicio, y superando con éxito las barreras impuestas por la pandemia en los dos últimos cursos escolares.
La responsable de Fundación Cepsa en Canarias, Belén Machado, señala que con este programa educativo los escolares “descubren los beneficios de llevar una dieta saludable basada en productos de cercanía y en un consumo sostenible, al tiempo que ponen en práctica el que, para muchos, es su primer cultivo de una planta, con una actividad experiencial en la que siembran un vegetal o una aromática, que se llevan a casa para observar su crecimiento mientras la cuidan”.
Y ello, sostiene, “fomentando al mismo tiempo la importancia del reciclaje con algo tan sencillo como la reutilización de una botella de plástico como maceta. Es un pequeño gesto que, acompañado de todos los conocimientos que adquieren en la charla didáctica, permite que los conceptos se les queden fijados, al tiempo que se convierten en embajadores del programa en sus propias casas al implicar a sus familiares”.
Por su parte, la concejala de Medio Ambiente, Evelyn Alonso, ha destacado uno de los valores de esta iniciativa que “tiene que ver con la educación ambiental entre los más jóvenes, que serán los ciudadanos del futuro”. Alonso ha querido insistir en la necesidad de que “los niños y las niñas tomen conciencia desde bien pequeños respecto a los valores medioambientales y de sostenibilidad de una tierra como Canarias que es extremadamente frágil y que posee ecosistemas únicos en el Planeta”.
Las actividades realizadas han sido adaptadas a las medidas sanitarias implantadas por cada centro escolar, con aulas burbuja en las que se acogía a menos alumnos, por lo que ha sido necesario emplear más recursos. A pesar de ello, el profesorado y alumnado participante mostró en todos los casos su interés e ilusión por participar en esta iniciativa, que les ha permitido descubrir didácticamente métodos para alimentarse de forma sana, con la propia y satisfactoria experiencia que supone cultivar sus propios alimentos.
Como medida de prevención ante la COVID-19, el tradicional taller de alimentación en el que los alumnos elaboraban su propia degustación con alimentos saludables se sustituyó por el análisis y debate sobre la conveniencia de los productos que el propio alumnado traía desde casa para sus desayunos, ahondando en la importancia de tomar conciencia de la necesidad de una buena alimentación y de un consumo responsable.
Para lograr todos estos objetivos, el equipo de Pequehuertos, desarrolló estrategias pedagógicas a través del juego, de cuentos, adivinanzas y canciones, haciendo que el contenido teórico de la formación fuera asumido por los participantes. La iniciativa incluyó también una parte práctica basada en desarrollo de un huerto vertical casero por parte de cada alumno.
Entre las principales conclusiones apreciadas al analizar el proyecto destaca que, tras la actividad, el alumnado participante es capaz de reconocer alimentos propios de Canarias, así como de poner en valor la importancia de consumir productos locales. A esto se suma la formación y concienciación de los menores de cara a la reutilización de materiales de desecho.
El proyecto Pequehuertos tendrá continuidad en el próximo curso escolar, nuevamente con la colaboración de Fundación Cepsa, en la que será su séptima edición.
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