Canarias se opone al plan de becas del Estado
El Gobierno de Canarias ha manifestado este miércoles su “rotundo rechazo” al proyecto de Real Decreto por el que se establecen los umbrales de renta, patrimonio familiar y cuantías de las becas y ayudas al estudio para el curso 2013-2014, presentado por el Ministerio de Educación a las comunidades autónomas durante la conferencia sectorial celebrada en Madrid.
Para la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad, el proyecto supone acabar con un “derecho” y convertir las becas en un premio, acabando con el principio de igualdad de oportunidades.
“El proyecto es terriblemente injusto. ¿Qué sentido tiene un sistema de ayudas al estudio que premia sólo al mejor rendimiento, pero no al estudiante que más lo necesita?”, señala en una nota la viceconsejera de Educación y Universidades, Manuela Armas.
En su opinión, “colocan a todo el mundo en la misma línea de salida de una carrera en la que, para llegar a la misma meta, unos parten con una mochila cargada de piedras y otros con bicicletas, ya que un estudiante con posibilidades económicas, sacando un 5, puede seguir estudiando y, sin embargo, uno con dificultades económicas, incluso teniendo un 6, se queda atrás”.
Para Armas, “es volver a los años de la época franquista, con una democracia que brilla por su ausencia”, e insiste en que la LOMCE “es un despropósito absoluto, una carrera de obstáculos en la democracia educativa y la igualdad de oportunidades, y estas becas suponen en enésimo obstáculo en este sentido”.
La viceconsejera señala, además, que Canarias es una de las regiones más perjudicadas por el proyecto de Real Decreto ya que el Ministerio elimina las ayudas a la movilidad, “que en un territorio fragmentado como Canarias son fundamentales, pero también afectan mucho las compensatorias, ya que las islas son una de las regiones más azotadas por el paro y, por tanto, la situación socio económica de las familias es muy delicada”.
Falta de transparencia
Armas critica también “falta de transparencia” ya que hasta ahora, un alumno sabía antes de empezar el curso cuál era la cuantía de su ayuda al estudio, y ahora la parte fija de las becas baja de 2.040 a 1.500 euros, y establece una parte variable aún no bien definida que hace que ni estudiantes, ni familias, ni administraciones conozcan la cuantía definitiva.
“¿Cómo va a arriesgarse una familia, sabiendo que las becas se pagan en marzo o abril, a solicitar un crédito para los estudios de sus hijos si después no van a recibir lo que creían que les iban a dar?”, añade.