Dos canarios a por el Kilimanjaro

Se van el próximo miércoles a Tanzania vía Madrid-Dubai. En su mente, cumplir con un sueño, el de subir a una alta cima, como son los 5.985 metros que marca la cumbre del Kilimanjaro. Alfonso Díaz y Fernando Rodríguez aspiran a ser dos canarios en el techo de África.

“En realidad, más que de escalada, se trata de un trekking a gran altura”, matiza Alfonso. “Pese a rozar los 6.000 metros no requiere de conocimientos de técnicas alpinas y no presenta una dificultad compleja, por lo que se puede ascender en pocos días”.

Pese a esa aparente facilidad, Alfonso y Fernando aclaran que “unas 20.000 personas lo intentan cada año, pero no todas lo consiguen. ¿Lo peor? La aclimatación. Lo que nos da más miedo es la falta de oxígeno, el temido ”mal de altura“.

Fernando es de Buenavista del Norte y Alfonso, de Las Galletas. Los dos tinerfeños no hablan de quienes les intentaron desanimar, pero sí de quienes les han apoyado con material para la expedición: Gel Relax y la Fundación Canaria para Sordos, Funcasor, y, sobre todo, Laborsord, el Centro Especial de Empleo de la Fundación. No lograron financiación en efectivo. “Nos hemos sentido como si pidiésemos limosna”, dice Fernando.

El Kilimanjaro es un volcán, uno de los más altos del mundo, y tiene tres cráteres con nieves perpetuas: Shira (3.962 metros), Mawenzi (5.149) y Kibo (5.985). De las cinco rutas que existen para alcanzar la cota, los dos expedicionarios han escogido la Machame, 55 kilómetros en seis días de ascensión, considerada la más hermosa. La bajada la harán por la ruta de Mweka, como explican en su blog Proyectokili.

Alfonso es empleado de Funcasor en el mantenimiento de los jardines del aeropuerto de Los Rodeos. Tiene a su cargo a un grupo de trabajadores con discapacidad auditiva. A la vuelta, tras la conquista del “Kili”, él y su amigo quieren fomentar su acción social e iniciar a discapacitados en el mundo del senderismo y el montañismo, que son deportes al alcance de cualquiera.

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