Científicos del CNIO descubren el primer indicador real de longevidad en mamíferos
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) liderado por su propia directora, María Blasco, ha demostrado en una investigación pionera que la longevidad real de los mamíferos está definida molecularmente por la longitud de los telómeros, una secuencia repetitiva de ADN presente en los extremos de los cromosomas.
El trabajo, que se publica en la edición digital de la revista 'Cell Reports', abre la puerta al estudio de estos componentes celulares para calcular la velocidad a la que envejecen las células y determinar así la esperanza de vida de un organismo en particular.
Los telómeros actúan como “capuchones” que protegen el material genético de los cromosomas ante cualquier agente que lo pueda dañar y comprometer con ello las funciones de las células.
Varios trabajos poblacionales de tipo transversal --aquellos que miden la longitud de los telómeros una sola vez en el tiempo a un grupo grande de individuos-- habían mostrado una relación entre la longitud de los mismos y el riesgo de padecer enfermedades, como la enfermedad cardiovascular o cáncer.
Sin embargo, hasta ahora no se había evaluado el uso de las mediciones teloméricas para predicción real de la esperanza de vida en mamíferos.
En los estudios transversales se vio que los individuos con telómeros cortos tienen una probabilidad significativamente mayor de desarrollar enfermedades, incluido el cáncer. “Pero esta información no es aplicable a un individuo en concreto”, ha precisado Blasco.
Para determinar un método de predicción real de envejecimiento, los autores del presente trabajo han realizado estudios longitudinales --los que siguen a un individuo en concreto a lo largo del tiempo-- para conocerla longitud telomerica en ratones.
Despues de recoger muestras periódicas de sangre a un mismo individuo, de donde extrajeron las células a estudiar, constataron que aquellos ratones que conseguían vivir mas tiempo no eran aquellos que tenían telómeros más largos a una edad determinada, sino aquellos en los que el acortamiento telomérico a lo largo del tiempo era menor.
“Lo que importa no es tanto tener los telómeros largos en un momento dado, sino la tendencia o evolución en su longitud a lo largo del tiempo”, ha aclarado Elsa Vera, primera autora del trabajo.
NUEVAS OPCIONES PARA ESTUDIAR EL ENVEJECIMIENTO Y SUS CAUSAS
Con este trabajo, el equipo de Blasco propone la utilización de ratones como modelo animal para hacer estudios longitudinales que permitan realizar pronósticos de salud en humanos.
Blasco ha afirmado que “mientras que la longitud de los telómeros en ratones normales es mucho mayor a la de los humanos, nos hemos encontrado con la sorpresa de que la velocidad de acortamiento de los telómeros en ratones es 100 veces mas elevada que en humanos, por lo que el antiguo dogma de que los ratones normales no envejecen debido al acortamiento de sus telómeros es falso”.
El trabajo abre también la posibilidad de estudiar, mediante el seguimiento longitudinal de estos guardianes genéticos, el efecto real de hábitos de vida, como la dieta, el tabaco o el ejercicio sobre la velocidad de envejecimiento de los individuos.
Asimismo, los estudios pueden ser también claves para la prevención de enfermedades o el desarrollo de nuevos fármacos para tratarlas.