Una cirugía consolidada en Gran Canaria evita cicatrices en intervenciones de tumores nasales
Pacientes con tumores en áreas situadas entre la nariz y el cerebro y que requerían aparatosas intervenciones que dejaban grandes cicatrices en la cara y alrededores han sido curados con una cirugía mínimamente invasiva gracias a las nuevas tecnologías en Gran Canaria.
Conseguir operar a esos pacientes para extirpar sus tumores logrando que salgan del quirófano “sin una sola herida”, sin secuelas y pasando en el centro sanitario estancias bastante más cortas que lo que era habitual hasta ahora es un avance que el Hospital Insular de Gran Canaria ha anunciado este jueves en una rueda de prensa que ha consolidado a lo largo del último año.
Un año en el que en ese hospital se ha intervenido “con gran éxito” a veintiún pacientes con tumores nasales, hipofisarios o de base craneal eludiendo efectos secundarios que hasta entonces eran inevitables al aplicarles la denominada cirugía robótica asistida con neuronavegador, ha afirmado el jefe de su Servicio de Otorrinolaringología, Ángel Ramos.
Facultativo que ha subrayado las “notables cuotas de calidad asistencial” que esta nueva técnica ha hecho posible alcanzar en operaciones que se enmarcan en “los niveles más altos de complejidad”.
Ya que todos estos son tumores que se encuentran en zonas del cuerpo de difícil acceso, por lo que tradicionalmente se actuaba contra ellos practicando grandes incisiones en áreas muy visibles de la persona que dejaban aparatosas cicatrices, causando problemas estéticos considerables a los afectados.
Problemas que Ramos ha expuesto que ahora se ha conseguido eliminar al poder extirpar los tejidos dañados mediante una microcirugía que las nuevas tecnologías permiten practicar con un alto grado de precisión.
Ello se debe, según ha explicado, a que en estas novedosas intervenciones se ha logrado “combinar las imágenes del interior del paciente que captan los aparatos con la cirugía que se le practica en tiempo real”.
Con lo cual, “el cirujano obtiene un mapa de dónde se encuentra en cada momento” y ve el punto exacto del cuerpo en que está actuando a través de una pantalla que está activa mientras él opera, ha expuesto gráficamente.
Ángel Ramos ha subrayado que aplicar esta nueva metodología solo es posible, en todo caso, mediante la actuación conjunta de equipos multidisciplinares que requieren que en el quirófano se reúnan a la vez, como mínimo, tres médicos, entre cirujanos y neurólogos.
Por ello, ha valorado especialmente los nuevos modelos de colaboración que esta y otras innovadoras tecnologías han llevado a establecer entre sí a los distintos profesionales de la salud, y que ha sostenido que redundan, en última instancia, en “una mejora sustancial de la calidad de vida de los pacientes”.