Dependencia pierde cada 10 minutos un beneficiario
El Sistema de Atención a la Dependencia ha perdido 4.654 beneficiarios en agosto, lo que supone que cada 10 minutos se deja de atender a un dependiente y cada media hora se despide a un trabajador del sistema, según denuncia la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales en base a los datos oficiales publicados este mes por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Transcurrido un año desde la reforma de la Ley de Dependencia, los gerentes sociales constantan que se ha consolidado la dinámica de “destrucción paulatina del sistema”. Además de los 4.654 beneficiarios menos, ha descendido el número de dictámenes en 9.068, las solicitudes en 7.827, la cifra de grandes dependientes (4.751 menos) y la de dependientes severos (2.731).
“Se están forzando las valoraciones y revaloraciones para que den un menor grado de dependencia y, por tanto, reducir el coste. ¿O se está dejando de atender a quienes más lo necesitan? Todo indica que decenas de miles de personas con derecho ya reconocido o que pudieran tenerlo mueran sin ser atendidas, de lo que se deduce que los fallecimientos financian el déficit del Estado y marcan el ritmo del desmantelamiento del sistema”, afirma la asociación en un comunicado.
En relación a las prestaciones y los servicios, los indicadores de agosto son negativos. De esta manera, se ha reducido la teleasistencia, la ayuda a domicilio, las plazas de centros de día, las residenciales, las prestaciones vinculadas al servicio y las de cuidadores familiares. Según los datos de los gerentes sociales, este mes se han producido 1.500 despido de trabajadores.
Con respecto a la reducción del limbo de la Dependencia que ha difundido el Ministerio como un logro, la asociación asegura que se ha obtenido “de la manera más cruel, eliminando personas acreedoras al derecho de ser atendidos”. Explica que la estrategia ha sido doble: “Por un lado, impiden que nuevos dependientes accedan al sistema y, por otro, y esto es lo más doloroso, abandonando a la suerte a los cientos de miles de personas que tenían dependencia severa o gran dependencia y que están falleciendo sin ser atendidos o a los que se les revisa el grado para bajarlos”.
Los gerentes sociales denuncian que las medidas de reforma adoptadas por el Gobierno están teniendo como resultado “la destrucción del sistema y la trágica desatención a las personas en situación de dependencia y a sus familias”. “Lo que es inadmisible, insultante y cruel es revestir de eufemismos como mejora o sostenibilidad, lo que no es más que la destrucción planificada del sistema”, concluye.
