Detenido en Roma el bróker Giovanni Carenzio
El conocido bróker italiano residente en Gran Canaria Giovanni Carenzio ha sido detenido este viernes por orden de la Fiscalía de Roma por su implicación en otro escándalo de la banca vaticana, el Instituto para las Obras de Religión (IOR) de la Iglesia Católica.
Carenzio, esposo de Loli Molina de Aguilar sobre cuyas operaciones en la isla pesan varias denuncias por estafa, ha caído esta vez junto a un prelado del Vaticano, monseñor Nuncio Sacarano, y el ex agente de los servicios secretos Giovanni María Zito, expulsado hace unos meses de los Carabinieri, según publican El País y El Mundo citando fuentes italianas.
El conocido intermediario de buena parte de la alta sociedad de Gran Canaria y de Tenerife se ha visto implicado por los negocios del prelado, hasta este jueves responsable del servicio de contabilidad del dicasterio que gestiona los bienes del Vaticano, con el exagente secreto, con quien habría introducido en Italia, por medio de un jet privado, 20 millones de euros desde Suiza.
Scarano, prelado de Salerno, también es investigado en relación a un intento de lavado de 560.000 euros procedentes de donaciones sospechosas, y ahora cae justo cuando el IOR se encuentra en el ojo del huracán, tras la decisión del Papa Francisco de abril una comisión de investigación de las cuentas del Vaticano, en las que se ve enredado Giovanni Carenzio.
Giovanni Carenzio, quien saltó a la fama en Gran Canaria por haber organizado la visita del exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore a la isla, está imputado por delitos de estafa, apropiación indebida y alzamiento de bienes. Las denuncias que pesan contra el bróker y su esposa proceden de varios inversionistas que vieron cómo nunca devolvía sus dineros.
Algunos de los estafados en Gran Canaria han llegado a cuantificar en al menos dos o tres millones de euros las cantidades perdidas en el típico sistema piramidal de préstamos, que durante época revirtió en los inversionistas con los que intermediaba Carenzio -alguno de ellos, de conocidas familias de alto postín de la isla- hasta que la pirámide se descompuso y el bróker empezó a faltar a sus obligaciones de devolución de las cantidades invertidas.