Hasta 200 euros para acudir al médico especialista por el cierre de la carretera de La Aldea de San Nicolás

Desplome del muro en la carretera que une Agaete con La Aldea de San Nicolás

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

La GC-200 es, si no la que más, una de las carreteras más peligrosas que existe en Canarias, pero es la principal vía que emplean los habitantes de La Aldea de San Nicolás para salir del municipio hacia el norte de Gran Canaria, donde está tanto la capital, Las Palmas de Gran Canaria, como Agaete, Gáldar y Santa María de Guía, los municipios de los que dependen los aldeanos para realizar actividades relacionadas con la sanidad, la justicia o la Hacienda.

Por esta vía transitan cada día cientos de vecinos que van y vienen al núcleo más aislado de la isla. Diariamente vienen por ella los trabajadores de la escuela, los banqueros, el cartero o los camiones con los que se transportan los tomates y plátanos del municipio que ahora, debido al cierre de esta arteria por un derrumbe el pasado 24 de febrero, se ven obligados a dar la vuelta entera a la isla o atravesarla por la cumbre.

Desde el momento que se impidió el paso de vehículos, el servicio de guaguas de Global entre Agaete y el pueblo se ha cancelado y sólo llega hasta el vecindario de El Risco. Por ello, los aldeanos que no tienen coche propio se ven obligados a tomar un taxi.

Fefi Ojeda es taxista en La Aldea y explica que los vecinos acuden a ella para ir al centro de salud de Gáldar, donde están todos los médicos especialistas, así como a los hospitales de la capital para hacerse las pruebas necesarias. Ojeda comenta que una carrera normal hasta el cercano municipio por la carretera hoy cerrada cuesta, ida y vuelta con la espera, unos 70 euros pero que ahora si hace este recorrido dando la vuelta a la isla asciende hasta los 200 euros, aunque otra opción más barata (90 euros) es ir por la carretera del centro hasta Artenara y de aquí bajar hasta la que fuera la capital antes de la llegada de los españoles a Canarias. Mientras, a Las Palmas de Gran Canaria el taxímetro supera los 156 euros cuando por la GC-200 llegar a la capital cuesta unos 90 euros.

En cuanto a los pacientes de diálisis, la Consejería de Sanidad los traslada en ambulancia al Hospital San Roque de Meloneras. Ojeda comenta que si van en taxi cuesta unos 83 euros, mientras que si se quiere ir en guagua hay que llegar hasta Mogán y aquí hacer trasbordo hasta el Faro de Maspalomas. Sin embargo, a diferencia de los enfermos que necesitan la diálisis, otros pacientes que tienen que acudir a la rehabilitación en Gáldar van en ambulancia dando la vuelta entera a Gran Canaria.

Debido a estos precios la gente se está viendo obligada a cancelar sus citas médicas y la taxista señala que a ella le da vergüenza cobrarle las carreras a sus vecinos, por lo que  por lo general suele acordar un importe menor. “Es insoportable para este pueblo el cierre de la carretera” porque implican “más kilómetros y más gastos” recalca, y asegura que los residentes en La Aldea “están desatendidos”. ¿Y hay ayudas económicas para que la gente que no pueda pagar las carreras puedan acudir a hacer sus trámites fuera del municipio? Tras reírse irónicamente Ojeda sentencia: “la única ayuda es la que hacemos los del pueblo, le echamos una mano a la gente”.

José Miguel Rodríguez, Pepín, fue el alcalde en el anterior mandato y hoy está en la oposición del Consistorio. Desde su punto de vista lo que está ocurriendo con esta última crisis es una falta de eficacia ya que es de los que piensa, como muchos en el pueblo, que se puede abrir un paso provisional aprovechando la amplitud de la cuneta. Sin embargo, esta medida ya fue descartada por los técnicos del Cabildo de Gran Canaria porque el talud es muy inestable.

De todos modos, Rodríguez recuerda  que cuando se puso el mallado de seguridad en la zona del Andén Verde la carretera estaba también cerrada por las obras y lo que se hizo fue abrirla intermitentemente, lo que cree que se podría hacer ahora ya que si la vía es capaz de aguantar el peso de la excavadora que está trabajando, puede aguantar el paso de un vehículo siempre y cuando se controle.

Mientras, preguntado por la opción de acudir al norte por la estrada entre La Aldea de San Nicolás y Artenara (GC-210), Rodríguez recalca que esta vía es muy estrecha, necesita destreza al volante y sólo permite el paso de un coche, por lo que no puede soportar mucho tráfico. Además, comenta que hay que conocer bien los atajos para llegar a Gáldar. Por su parte, para ir al sur por Mogán, esta carretera suele estar ocupada por ciclistas y turistas, por lo que la circulación es más lenta.

Por su parte, el actual alcalde, Tomás Pérez, lamenta que la economía del municipio se está viendo resentida porque el cierre de la GC-200 persuade a los visitantes. A ello hay que añadirle que para los propios moradores en el pueblo tomar otras rutas suponen más kilómetros, gasto y tiempo.

Tras visitar este miércoles las obras, ejecutadas en cuatro días por el Cabildo de Gran Canaria por un importe de 214.000 euros, Pérez espera que el tiempo estimado para la reapertura, dos meses, se vea reducido ya que también se trabajarán los domingos.

Mientras, Pérez confía en que la Institución insular llegue al acuerdo con Global anunciado este miércoles por el consejero de Obras Públicas, Ángel Víctor Torres, para crear un servicio de minibuses entre Agaete y el cierre de la vía. De esta manera, los viajeros accederán al otro lado por un paso peatonal que habilitará el Cabildo, en ambos sentidos, donde accederán a la guagua que proseguirá el recorrido hasta La Aldea.

Está previsto que en el plazo de nueve días se habilite este servicio cuya frecuencia acordarán Global y los ayuntamientos de los dos municipios en función de las necesidades de los vecinos, sobre todo de los trabajadores que viven en Agaete y trabajan en La Aldea y viceversa.

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