García Peruyera celebra sus 90 años con una charla en la que recuerda los horrores que vivió en los campos de concentración nazis
El asturiano José Manuel García Peruyera, que estuvo internado ocho años en campos de concentración nazis, primero en Francia y después en Alemania, ha celebrado este jueves su 90 cumpleaños con una conferencia para mantener viva la memoria de los horrores que vivió.
Afincado en Canarias desde hace 60 años, García Peruyera, que asegura ser el último superviviente español de los campos de la II Guerra Mundial, no se cansa de repetir su historia porque es “muy importante” que se sepa lo que ocurrió y, sobre todo, para dar a conocer lo que conserva su mente, pues sus ojos vieron “los horribles crímenes que cometió el nazismo”.
Son muchas las charlas que ha ofrecido en colegios, institutos y universidades de Francia y España, ha afirmado García Peruyera, quien sostiene que lo que narra en las conferencias que le invitan a dar es la “historia oculta, lo que nunca nos dejaron hablar”, pero sin “dañar la sensibilidad a nadie” y menos cuando se dirige a un público joven.
El aforo de la sala donde ha ofrecido esta tarde su charla en un Centro Cívico de Adultos de Las Palmas de Gran Canaria estaba repleta de alumnos que han cantado el cumpleaños feliz a García Peruyera, quien perdió a toda su familia cuando tenía ocho años en Oviedo como consecuencia del asedio alemán, tanto por mar como por tierra.
Primero estuvo en un campo de concentración en Francia, donde dormían bajo las estrellas hasta que se construyeron los barracones, después pasó a Alemania, al campo de Buchenwald, y posteriormente al de Mauthausen, de donde le rescataron inconsciente, según ha recordado.
Sostiene que fue él quien le puso el nombre de “comandante” al Che Guevara, con quien se llegó a cartear, pues en los años que vivió tras la II Guerra Mundial en Francia afirma que conoció “a mucha gente importante”.
A José Manuel García Peruyera lo que más le preocupa de su charla es que a la audiencia le quede claro que los niños de la guerra eran ellos, los que abandonaron España durante la contienda civil española, y como en su caso vivieron en campos de concentración.
Cuenta que en Francia, cuando llegaba la Gestapo, las mujeres les decían que se bajaran los pantalones para que vieran que no estaban circundados y los niños judíos que estaban tras ellos lograban salvarse.
Los últimos días de la Guerra pasó mucha hambre en Mauthausen porque los austriacos huyeron y les dejaron encerrados en aquel campo donde también hubo un médico que, como Mengele, experimentó con los niños: “aquello fue tremendo y salí vivo de milagro”.
Pese a todos los horrores que vio y padeció, García Peruyera fue capaz de rehacer su vida tras conseguir su primer trabajo en París, en la Torre Eiffel, en el año 1956.
El buen trabajo que logró y las buenas amistades que hizo le ayudaron a salir adelante, ha señalado el superviviente de los nazis, quien también ha recordado que ya en esa época comenzó a dar charlas en la Universidad de la Sorbona de París, así como en Burdeos, Carcasone, Toulouse, entre otros muchos lugares.
“Me llamaban de muchos sitios porque no había nadie que pudiera contar la verdadera historia oculta. Yo soy yo el único que la puede contar ya”, ha recalcado.