Gijón trata de captar turismo en Canarias enganchando con sus sabores

El gusto por el gusto, atrapar por el sabor. Ese es el empeño en que se ha embarcado el Ayuntamiento de Gijón para tratar de captar turistas en las Islas Canarias. Desde este martes comenzaron acciones promocionales selectivas encaminadas a dar a conocer aspectos de una ciudad que no pretende ofrecer a los isleños sol y playa, sino otros encantos gastronómicos, naturales y urbanos presentes durante todo el año. Como indicó el representante de Gijón, Ciudad Gastronómica, Jorge Fernández, “se trata de que los dos vuelos semanales que enlazan con Gran Canaria no regresen vacíos”.

Para atrapar a los potenciales turistas canarios, Gijón ha optado por la gastronomía. Para ello ha desplazado estos días a las Islas a uno de sus más prestigiosos cocineros, José Luis Camacho, del restaurante El Candil, que este viernes y hasta el domingo se pondrá al frente de los fogones del hotel escuela Santa Brígida con el fin de cautivar a través del paladar.

La rica y variada cocina asturiana, que es tan contundente como sutil, protagonizará estas jornadas con platos tan representativos como los quesos (La Peral, Varé, Afuega'l Pitu), el revuelto de oricios (huevas de erizo) y algas y una insuperable fabada asturiana que el chef prepara con mucho mimo y sin ningún tipo de sofisticación.

Los postres también entre los más celebrados de la región, las princesitas y el arroz con leche. Todo ello con una sorprendente sidra brut Aurea y una sidra de nueva expresión (levemente filtrada), Españar, merecedora del primer premio en el prestigioso Festival de Bath (Reino Unido).

Pero Gijón es mucho más que la expresión de la cocina asturiana o sus concurridos festivales. Sus instituciones andan empeñadas en promocionarla también desde la óptica del ocio o del disfrute de actividades de todo tipo.

Por ejemplo, pasear por el botánico, un inmenso jardín que se dispone a ser sede de una interesante experiencia por la que se permitirá a grupo reducidos de personas pernoctar en su interior para apreciar las sensaciones de la noche en un espacio lleno de multitud de especies. O acercarse a La Laboral, el edificio más grande de Europa, dos veces y media el Escorial.

O hacer la ruta de la sidra a través de algunos de los veinte lagares que convierten a Gijón en la primera ciudad de esa clasificación, para aprender a escanciar y a maridar esa bebida con los platos más populares.

Por no mencionar la experiencia Gijón Goloso, que por siete euros permite a los participantes recorrer al menos cinco de las 66 confiterías que pueblan la ciudad y comerse el mejor de sus productos.

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