De la manosfera a las tradwives: así son los espacios donde la juventud consume el machismo y los estereotipos de género
La tercera edición de Mujeres Conectadas: Estrategias contra el Cibermachismo, finalizó con la mesa Manosfera y tradwives: La cultura digital en la que la juventud consume y aprende el machismo. La periodista de Canarias Ahora Jennifer Jiménez, especializada en igualdad y violencias machistas, moderó un debate en el que se hizo un análisis sobre cómo están creciendo en Internet comunidades que atacan directamente al feminismo y proponen unos roles de hombre y mujer que se encuentran muy alejados de la realidad.
La mesa contó con la participación de Elisa García Mingo, profesora e investigadora en la UCM, especialista en violencia de género digital y masculinidades juveniles, con amplia trayectoria académica y asesoramiento a instituciones nacionales e internacionales; David Pareja, actor, guionista y cómico reconocido por su humor absurdo y afilado, desmonta la masculinidad tóxica y el machismo con una pedagogía cómica que triunfa en redes. Y Noemí López Trujillo, responsable de Género en Newtral, donde ha investigado sobre aborto, derechos trans y manosfera, entre otras cuestiones
García Mingo abrió el debate explicando qué es la manosfera y cómo se organiza en el mundo digital. “Se compone de comunidades que nos encontramos en Internet, que crean contenidos antifeministas y misóginos”. Y añadió que se desarrollan a través de distintos tipos de formatos, pero con rasgos compartidos como que la violencia no tiene género, contenidos antifeministas, presentan a los hombres como víctimas del feminismo…
Sobre el porqué del nacimiento de este fenómeno, Noemí López cree que las redes sociales tienen mucha responsabilidad. “TikTok romantiza modelos de masculinidad y feminidad”, manifestó, todo ello en un momento de precariedad económica y dificultad para acceder a la vivienda, que se convierte en un caldo de cultivo para favorecer la idealización de los estereotipos. Advirtió del error de homogeneizar a la juventud y contó que hay jóvenes de 13 años viendo vídeos para ganar músculo, perder peso, marcar la mandíbula, emprender… por lo que “la presión estética ya no es solo femenina”.
Sobre los patrones y la crisis de esa masculinidad hegemónica, David Pareja expuso que él ve que existe “una necesidad de recuperar algo perdido” por parte de los hombres. “Nos habían dicho que debíamos cumplir un papel y ahora las mujeres no necesitan eso”. Así mismo, añadió que “en la manosfera hay mucha violencia verbal, ataques constantes a las mujeres que no encajan en su relato”.
El uso de la manosfera por parte de la extrema derecha
Elisa García Mingo habló abiertamente de la conexión entre esa manosfera y las ideas de extrema derecha, señalando que comparten estrategias y formas de actuar. “En momentos de crisis, te dan respuestas simples: si votas a tal líder, lo arregla todo. Ese discurso genera seguridad”, señaló.
Aprovechó García Mingo para explicar que la manosfera es un fenómeno transversal: “Hay jóvenes y mayores, personas de distintas clases sociales e ideologías”, y destacó la importancia de recordarlo para medir su impacto en la sociedad.
Pareja añadió que parte del éxito está precisamente en manipular conceptos muy básicos y que a la sociedad en general les suena. “Hay creadores de contenido diciendo que a las mujeres les gustan los hombres que las tratan mal. Si has vivido un caso así se activa el sesgo de confirmación”.
Coincidiendo los ponentes y la moderadora, Jiménez alertó del acoso que sufren las periodistas y mujeres en general que desmontan estas situaciones a través de las redes sociales. Y López Trujillo avisó sobre el papel que está jugando la Inteligencia Artificial (IA). “En Estados Unidos hay comunidades que usan la IA para ”dignificar“ fotos de mujeres: le piden que vista a mujeres que aparecen desnudas para convertirlas en ”decentes“. Es otra forma de controlar la apariencia femenina”.
En la mesa también hubo lugar para hablar del fenómeno tradwife, mujeres que idealizan un retorno al hogar con estética de años 50. Para López Trujillo, su éxito se debe a que “estetizan y glamurizan un estilo de vida que en realidad es una forma de negocio. Muchas son empresarias: monetizan TikTok mientras muestran que su trabajo es cuidar del hogar”.
Coincidiendo en ese argumento Elisa García Mingo señaló que en esos casos la monetización es “clave”. “Si un tipo de contenido genera dinero, quien lo crea sigue reforzando esa línea”. El feminismo es, en muchas ocasiones, un lugar incómodo y complejo, lo que contrasta con la narrativa sencilla y ordenada que venden las tradwives.
Para cerrar la tercera edición de Mujeres Conectadas, David Pareja lanzó una invitación directa a los hombres: “Los hombres también tienen que venir a estos espacios. No podemos dejar que este debate sea solo cosa de mujeres. Hay que sumar al discurso y a la acción”.
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