¿Qué pasó con el murciélago de borde claro en Lanzarote?: restos fósiles revelan el misterio
En la Cueva de los Verdes de Lanzarote han aparecido restos fósiles del murciélago de borde claro (Pipistrellus kuhlii) que, sin embargo, ya no vive en esta isla y sí en otras de Canarias. Los paleontólogos se preguntan qué ocurrió en el ecosistema para causar su desaparición.
El enigma se plantea a raíz del primer estudio realizado sobre el registro de fósiles de murciélagos en Canarias, que ha liderado Javier González-Dionis, del área de Paleontología de la Universidad de La Laguna (ULL) y becario doctoral del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (CONICET) de la Universidad Nacional de Río Negro en Argentina.
En el estudio han participado además los investigadores Carolina Castillo, de la ULL; Penélope Cruzado y Elena Cadavid, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina; y Vicente Crespo, del Museo Paleontológico de Valencia.
Javier González-Dionis explica en una entrevista que el estudio se ha realizado a partir de restos fósiles de murciélagos hallados en tubos volcánicos del Cuaternario, en concreto en la citada Cueva de los Verdes y en la Cueva Roja de El Hierro.
El registro fósil de estos mamíferos suele ser escaso y está formado principalmente por dientes aislados y algunos esqueletos articulados, precisa el investigador, quien señala que en el caso de Canarias, el carácter volcánico propicia la formación de tubos lávicos en los que se conservan bien los frágiles huesos de murciélago.
Así, se han encontrado restos en yacimientos paleontológicos y arqueológicos de Lanzarote, La Palma, Tenerife y El Hierro.
Los yacimientos en los que se encuentran los restos más antiguos datan de 700.000 años en La Palma (Cueva Honda del Bejenado) y los más recientes, con 800 años, en Tenerife (Cueva de la Enladrillada). En Lanzarote y El Hierro datan de 20.000 y 4.000 años, respectivamente.
Lo inusual ha sido constatar que hay fósiles de Pipistrellus kuhlii o murciélago de borde claro en Lanzarote, donde esta especie ya no vive, mientras que sí ha continuado habitando en Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife.
Respecto a la ausencia actual del murciélago de borde claro en Lanzarote, indica una pérdida de diversidad en la fauna de mamíferos en general y de murciélagos en particular, y lleva a los investigadores a preguntarse si lo que ocurrió en dicha isla afectó sólo a este grupo de animales o también pudo afectar a otros.
Los paleontólogos creen necesario además comparar la dentición de estos especímenes hallados en la Cueva de los Verdes con los del Norte de África para ayudar a determinar si los animales encontrados en Canarias son de origen africano o ibérico, explica Javier González-Dionis.
El registro fósil indica que en el archipiélago hay dos especies de murciélago endémicas, Plecotus teneriffae y Pipistrellus maderensis, la primera de Canarias y la segunda presente además en Azores y Madeira, y no se han observado diferencias en su morfología dental con las poblaciones actuales de estos mamíferos.
En el área de la Macaronesia habitan más de quince especies de murciélagos y las islas con mayor número son Canarias, con siete especies y una subespecie, y Cabo Verde, con seis.
De todas ellas tres son endémicas, es decir, exclusivas de la Macaronesia, y se trata del orejudo canario o Plecotus teneriffae de las islas occidentales de Canarias, el murciélago de Madeira o Pipistrellus maderensis, distribuido entre los archipiélagos de Azores, Madeira y Canarias, y el nóctulo de las Azores o Nyctalus azoreum, exclusivo de dicho archipiélago.
Además existen dos subespecies endémicas: el murciélago de bosque Barbastella barbastellus guanchae, de Tenerife y La Gomera, y el Nyctalus leisleri verrucosus de Madeira.
Los datos paleobiológicos arrojan luz sobre la distribución, extirpaciones o extinción de especies de murciélagos en las islas del Atlántico Medio y a nivel global, señala González-Dionis, gran parte de las especies de murciélago, en torno al 80 por ciento, están en peligro de extinción.
En paleontología las investigaciones sobre mamíferos fósiles, incluidos los murciélagos, se centran en el estudio de la dentición, que aporta información sobre las adaptaciones al tipo de dieta ya que los dientes presentan características que hacen posible diferenciar una especie de otra.
En los estudios sobre el registro fósil de los murciélagos de Canarias realizado por los paleontólogos el primer problema que hubo que resolver fue determinar cómo eran los dientes de las especies de las islas, y para ello se caracterizaron los molares de las siete especies del archipiélago, precisa González-Dionis.
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