La química del amor

Nunca había nadie ahí para capturar el momento en el que algo nuevo nace. 

Hasta este tiempo raro que vivimos, en el que el 99% de la población del primer mundo vive pegada a un artefacto para hablar que también hace fotos, esto era impensable. Y las parejas construían un relato que, con el tiempo, se adornaba de cierta mística, para que el recuerdo recobrara el brillo que el tiempo le quitaba. 

Esta imagen va de eso, capturada a distancia, con mal foco, con un zoom que debilita la resolución y la nitidez, pero que sintetiza en ese preciso segundo de la toma, el instante decisivo en el que, al olor de esos culos, Betún y Canela se supieron hechos el uno para el otro. El olfato sigue siendo clave en la química del amor. 

Llevo un mes viéndolos jugar y montar en la plaza del rey. Ninguna foto que les haga, por muy nítida y cercana que sea, contará una historia mejor que ésta... salvo por el hecho de que Canela ya está embarazada. Sus dueños se llevan regular.