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Reprograman células de la piel para reparar tejido cardiaco dañado

LONDRES (REINO UNIDO), 23 (Reuters/EP)

Investigadores del Instituto de Tecnología Technion de Haifa, en Israel, han logrado reprogramar por primera vez células de la piel de pacientes con insuficiencia cardiaca para poder utilizarlas para reparar el tejido de su corazón dañado, según informa en su último número la revista 'European Heart Journal'.

Los autores de dicho avance han reconocido que quedan por delante años de prueba para perfeccionar esta técnica pero, según celebran, “ya han demostrado que es posible coger células de la piel de un paciente anciano con insuficiencia cardiaca avanzada y convertirlas en células cardiacas jóvenes, como las que tenía cuando nació”.

Esta patología hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre a todo el cuerpo y, aunque los continuos avances médicos han permitido que cada vez haya más personas que sobreviven a un infarto, estos pacientes acaban dependiendo de dispositivos mecánicos o quedan a la espera de un trasplante.

Por ello, el equipo dirigido por el doctor Lior Gepstein llevaba más de una década investigando con células madre procedentes de diversas fuentes con la esperanza de sacar provecho a su capacidad de transformarse en otros tipos de células.

En su trabajo final, Gepstein tomó células madre pluripotentes de la piel de dos hombres con insuficiencia cardiaca de 51 y 61 años, y las reprogramaron mediante la adición de tres genes y una pequeña molécula llamada ácido valproico en el núcleo de la célula.

Las células resultantes fueron capaces de convertirse en células musculares del corazón o cardiomiocitos, con el mismo potencial con el que previamente se habían desarrollado otro grupo de células de la piel de jóvenes voluntarios sanos, que actuaron como grupo control para el estudio.

La conversión se produjo en un plato de laboratorio en el que unieron estas células a un tejido cardiaco ya existente y, según los autores, después de 24 a 48 horas los dos tipos de tejido eran capaces de latir juntos.

En un último paso, el nuevo tejido se trasplantó a los corazones de ratas sanas y los investigadores encontraron que comenzó a establecer conexiones con las células del tejido huésped.

“Esperamos que los cardiomiocitos derivados de estas células no sean rechazados tras el trasplante en los mismos pacientes de los que fueron derivados”, dijo Gepstein.

Expertos en células madre y medicina cardiaca que no han participado en el estudio han alabado el trabajo de Gepstein, pero han reconocido que todavía habrá que esperar para ver si se puede considerar un tratamiento eficaz.

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