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La segunda fase de la rehabilitación del Pueblo Canario sale a licitación

Pueblo Canario

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

La Sociedad Municipal de Gestión Urbanística (Geursa) ha sacado a licitación la segunda fase de las obras de rehabilitación del conjunto arquitectónico El Pueblo Canario por un importe de 896.208 euros, según ha informado este miércoles el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en una nota.

Esta segunda fase del proyecto, que recibió el visto bueno de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico, se ejecutará de forma simultánea a la primera fase y consistirá en la conservación, consolidación y restauración de las dos plantas y accesos del Bodegón como restaurante para sacarlo a concesión.

La obra, que está financiada con cargo a los fondos del Fondo de Desarrollo de Canarias, tiene un período de ejecución de siete meses.

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, ha afirmado que “esperan comenzar las obras de restauración del bodegón del Pueblo Canario previsiblemente en febrero del próximo año”, así como que suponen “la rehabilitación de un espacio turístico importante para la ciudad, que ha estado abandonado durante los últimos 60 años”.

“Vamos a ser respetuosos con un espacio de un valor histórico, arquitectónico y cultural fundamental para la ciudad. Queremos ser rigurosos con la recuperación de la idea original del conjunto que idearon Néstor y Miguel Martín Fernández de la Torre”, ha señalado el edil.

Doreste ha indicado también que confía en que la última fase del proyecto, la rehabilitación de la ermita y el museo, comience en el primer semestre del 2018.

El proyecto de rehabilitación del conjunto arquitectónico del Pueblo Canario está dividido en tres fases.

La primera ya está en marcha y se centra en el tratamiento de las cubiertas, el arreglo de las humedades debido a los jardines cercanos, la consolidación de las estructuras, así como los ensayos para garantizar la estabilidad estructural de todo el conjunto.

La tercera fase se centrará en el arreglo del museo, las tiendas, la plaza y la ermita, y es la más delicada de las tres ya que contempla mejoras en un bien de interés cultural en lo referente a accesibilidad, servicios y seguridad.

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