Sospechas de ''casos fallidos'' en el Materno

Médicos de la Unidad de Cirugía Cardiaca Infantil del Hospital Materno-Infantil de Gran Canaria y padres de los niños afectados por los recortes en este servicio del sistema público sanitario han solicitado este jueves al presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, el cese de la directora del Servicio Canario de Salud (SCS), Juana María Reyes, hasta que se haga público y se conozcan los resultados de una auditoría interna realizada en 2006 por presuntas negligencias médicas de “casos fallidos” en aquella época de cambios en la gestión del servicio.

Esta ha sido la respuesta de los afectados de Cirugía Cardiaca Infantil a los nuevos cambios anunciados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias el miércoles, con el convenio suscrito ahora con el Hospital Universitario La Paz, de Madrid, una medida que garantiza, según la consejera, Brígida Mendoza, todas las operaciones previstas, pero que a juicio de médicos y padres podría abaratarse en cinco millones de euros de implementarse la alternativa que los afectados proponen, con la creación de un servicio propio.

El secretario de la Asociación Tricontinental de Cardiopatías Congénitas, Gonzalo Martel, exigió a la Administración canaria que “aparte de forma inmediata” a Reyes de sus funciones hasta que se clarifique lo sucedido en 2006, poco después de que uno de los cirujanos que asistía las operaciones a los niños se jubilara. En esa fecha, al parecer, se detectó un “alarmante número de casos fallidos” que pudieron ser el origen del convenio con la fundación milanesa San Donato, y que aceleraron el proceso para que los cirujanos italianos operaran en la Isla, dijo.

Martel hizo estas declaraciones en una rueda prensa celebrada esta mañana en la capital grancanaria en la que estuvieron presentes la presidenta de la Asociación Corazón y Vida, Dolores García, el cirujano pediátrico, Gabrielle Iacona, y el actual jefe de la Unidad de Cardiología Pediátrica del Hospital Materno, Pedro Suárez, que recientemente ha recibido la noticia de su prejubilación.

El secretario, que desconoce el contenido de la auditoría, se refirió a varias insinuaciones que señalan a la directora del SCS como la responsable de una serie de “acuerdos ilegales” además de ser “engañada”, algo que según añadió, la propia Reyes “ni corrigió, ni desmintió” en la reunión que Sanidad mantuvo este miércoles con las asociaciones afectadas por el servicio pediátrico, para informar de los nuevos acuerdos adoptados por la Consejería. “Creemos que esas negligencias la incapacitan ante el riesgo de cometer los mismos errores de entonces”, sentenció.

Asimismo, corrigió las palabras de Reyes que, según dijo, durante el encuentro afirmó que “esto ha sido una guerra y ya hay suficientes víctimas”. Al respecto reivindicó que la directora “se equivoca de plano”, porque no tiene en cuenta el dolor que se haya podido provocar a las familias, que no han podido superar una cirugía mal realizada o un programa mal diseñado por el Gobierno, apostilló.

Acuerdo con La Paz

Ninguno de los asistentes a la rueda de prensa se opuso al nuevo convenio que Sanidad ha firmado con La Paz, coincidieron en que el Hospital madrileño es un centro de referencia y valoraron que sus profesionales hayan accedido a ayudar a formar a los médicos de la Unidad en distintas especialidades. Sin embargo, coincidieron en denunciar la “falta de transparencia” de la Consejería en el proceso, del que se sintieron excluidos.

Dolores García explicó que el nuevo acuerdo sustituye al equipo italiano por uno español, pero no consigue el objetivo de una unidad de cirugía cardiaca infantil autónoma en la que niños de todas las edades puedan operarse. Al respecto, Suárez advirtió de que el nuevo convenio hace que Canarias sea más dependiente, porque a partir de ahora las decisiones de la Unidad las tomará el jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular Infantil de La Paz, Fernando Villagrás.

En referencia al proyecto propuesto desde los afectados, Suárez explicó que se centra en crear un servicio de cirugía cardiaca en Gran Canaria que englobe a adultos y niños, incluidos los de 14 años, que en la actualidad tienen que trasladarse fuera de la Isla para ser intervenidos. Esto supondría a las arcas regionales un ahorro de cinco millones de euros, que actualmente los canarios pagan a un hospital concertado al que son derivados los adultos con cardiologías no congénitas. Suárez manifestó que cada vez que se toca el tema, desde el SCS responden que dicho asunto “no corresponde en ese momento”.

García denunció que el único cambio que aplica el nuevo acuerdo es el apartar del servicio a los dos veteranos de Canarias que cuentan con más experiencia en cardiología infantil, los doctores Pedro Suárez y César Perera, y advirtió de que tampoco se contará con el cirujano pediátrico que opera en la Isla desde hace años, Gabrielle Iacona. Por estos motivos, se preguntó “a quién nos dejan en el Hospital”.

Prejubilaciones del servicio

García dudó de que “casualmente”, se haya apartado del Materno a los profesionales que más se han involucrado en la lucha contra el cierre de la Unidad de Cardiología Infantil. Preguntado por si piensa que se trata de represalias a su actividad, el doctor Suárez respondió que “a mí me parecen injustas algunas cosas, porque no nos la explicamos”. Al respecto reconoció que Ley contempla su prejubilación, pero se refirió a otros casos en los que no se explica por qué no se da continuidad a determinados profesionales.

Suárez aseguró que la Unidad “queda en manos de muy buenos cardiólogos infantiles”, que de momento serán tres, a falta de conocer si se incluye un nuevo especialista. Sin embargo, reiteró que al cirujano pediatra Iacona, que es además el coordinador de las congénitas desde hace cuatro años, no se le ha concedido una oferta de continuidad en el proyecto.

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