El puerto prepara las defensas para el atraque de dos nuevas plataformas petrolíferas en Santa Cruz
Medio centenar de empleados de cuatro empresas locales rematan estos días las defensas requeridas para garantizar el atraque de las plataformas West Eminence y West Taurus en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, según ha informado la Autoridad Portuaria.
Son cuatro las defensas, de veintiocho toneladas cada una, las que han adquirido forma en los terrenos de la concesión de Tenerife Shipyards, en la trasera del Dique del Este, de la mano de las empresas Julio Crespo, Talleres Quintana-Mercaflote y SMontajes, mientras que Transportes Carballo es la responsable de su traslado con equipos especiales hasta la tercera alineación del Dique del Este.
Será en esta ubicación donde se instalen con la función de evitar el choque contra el muelle de las dos grandes plataformas que se encuentran a la espera en el frente litoral de la capital y que en estos días realizan el cambio de tripulación, alrededor de setenta personas en cada plataforma.
“Comienza así a materializarse el compromiso adquirido entre Puertos de Tenerife y Seadrill”, propietaria de estas plataformas, “para que sean los talleres del puerto tinerfeño los que realicen todos los trabajos de reactivación de ambas unidades”, señala la Autoridad Portuaria.
Al respecto añade que se ha confirmado la contratación de 160 trabajadores de los talleres ubicados en el puerto, ochenta para cada plataforma, para desarrollar los primeros trabajos.
West Taurus es una plataforma de perforación semisumergible y autopropulsada. Construida en 2008 en los astilleros Jurong de Singapur, navega bajo pabellón bahameño, tiene 116 metros de eslora, 91 de manga y trece de calado. Su máxima capacidad de perforación supera los 10.600 metros de profundidad.
Ha arribado procedente de Río de Janeiro, desplaza 30.147 toneladas de registro bruto y tiene capacidad para 180 personas.
Por su parte, West Eminence es una plataforma de perforación autopropulsada construida en 2009. Tiene 84 metros de eslora, 73 de manga y once de calado, y puede perforar hasta nueve mil metros de profundidad. Navega bajo pabellón panameño y ha llegado a Tenerife desde Brasil.
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23 años de cárcel
En Canarias Ahora podemos atestiguar que el Lawfare existe. Lo vivimos de cerca entre 2015 y 2022 cuando informamos con todo detalle de cómo el exministro José Manuel Soria (PP) y el exjuez Salvador Alba conspiraron para acabar con la carrera política y profesional de la magistrada Victoria Rosell (Podemos). Y lo volvemos a vivir ahora con el intento de Alba de vengarse en la persona del director de nuestro periódico, Carlos Sosa, tras haber sido descubierto, juzgado y condenado a los tres delitos más graves que puede cometer un juez (cohecho, prevaricación y falsedad en documento judicial) a seis años y medio de prisión y 18 de inhabilitación.
Con la ayuda de una jueza de Madrid que ha desoído incluso al Ministerio Fiscal, Alba ha conseguido que Carlos Sosa se siente en el banquillo para responder a una petición de 23 años de prisión y a una indemnización de 422.500 euros simplemente por haber informado con todo rigor de sus delitos y de sus trapisondas para eludir la acción de la justicia.