Argumentos para la confianza

Santa Cruz de Tenerife se dispone para disfrutar de la segunda edición de Plenilunio, la noche en blanco de nuestra capital. A seis días de su celebración, prevista para el próximo sábado 20, el Ayuntamiento y diferentes entidades públicas y privadas trabajan en los preparativos de un acontecimiento dirigido al gran público, con un amplio programa de actividades, pensadas para todas las edades. Esa circunstancia refuerza el carácter familiar de este encuentro popular, que gira en torno a la cultura, el deporte y el ocio, al tiempo que refuerza la política de dinamización y reactivación económica en la que nos hemos empeñado.

La presencia en las calles y plazas de la ciudad de tantísimas personas –el pasado año se superó la cifra de 50.000 participantes– contribuye a impulsar el sector servicios. Basta con recordar la estampa que presentaban la mayoría de las terrazas, bares, cafeterías y restaurantes, donde resultaba complicado hacerse con una mesa. El trasiego de gentes de un lugar a otro, dentro del amplio espacio incluido en la programación, confirmó el interés ciudadano por cualquiera de los actos organizados. Además, a esta segunda edición también se va a sumar el comercio, lo cual supone un atractivo añadido, con la posibilidad de realizar compras durante esta velada diferente.

Otra novedad tiene una clara vertiente solidaria, en coincidencia con la apertura del encuentro. Se trata de la suelta en el lago de la Plaza de España de 3.000 patos de goma, que podrán ser adquiridos por el público a cambio de una aportación simbólica, destinada a un proyecto infantil de Cruz Roja. A partir de ese instante, a mediodía del sábado, Santa Cruz acogerá la realización de más de 80 actividades, que se prolongarán hasta las 3 de la madrugada. La mayor parte de ellas transcurrirá en horas de noche, conforme a la naturaleza de la convocatoria, contándose con las actuaciones de 150 artistas, la apertura de edificios y espacios culturales y la actividad continuada en seis escenarios, localizados en diversos puntos de la ciudad.

La oportunidad de contar con el apoyo decidido de otras instituciones, como el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y la Capitanía General de Canarias, junto a una amplia representación empresarial, nos estimula. Convencidos de la necesidad de seguir promoviendo eventos que favorezcan la revitalización, tenemos por delante el desarrollo de nuevas propuestas en ese mismo sentido. Mal que les pese a los agoreros de ocasión, Santa Cruz renueva su empuje y suma oportunidades de progreso. Diversos indicadores en materia de empleo, ocupación hotelera o actividad comercial vienen confirmando en nuestra capital, mes tras mes, síntomas de recuperación.

Esta misma semana ha dado comienzo la temporada de cruceros en el Puerto capitalino, con perspectivas igualmente favorables. El arribo del Disney Magic, con 2.000 pasajeros a bordo, es el prólogo de una campaña que traerá a la ciudad en torno a 900.000 turistas. Su repercusión en la economía local resulta evidente, tal y como se ha comprobado estos días, con una clara repercusión en el consumo. Según fuentes de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, el conjunto del movimiento económico generado por los cruceros en una sola temporada puede estar cifrado en 370 millones de euros, fruto de la suma de la actividad dentro y fuera del recinto portuario. De ahí la apuesta decidida del Consistorio por el fomento y el cuidado de este sector.

Próxima a producirse la licitación de las obras de la futura Estación de Cruceros, que se levantará a la altura del Muelle de Ribera, en las inmediaciones de la avenida de Anaga, la capital tinerfeña renueva su condición de puerto base para navieras como MSC y Braemar. Sin duda, hablamos de otra buena noticia para la ciudad, convertida así en punto de partida para la mayor parte de los cruceros de ambas compañías, lo que significa que buena parte de estos turistas deberán hospedarse aquí, además de moverse por Santa Cruz, antes de emprender viaje hacia destinos como el Caribe o el Mediterráneo.

Como se ve, no nos faltan razones para seguir mirando al futuro con esperanza. La constancia en el trabajo, la suma de voluntades y la confianza en nuestra gente nos acercan al objetivo de la recuperación.