Compromiso con los más necesitados

Atender a los vecinos de Santa Cruz que peor lo están pasando y favorecer el empleo en la ciudad, mediante el impulso de actividades que favorezcan la dinamización económica, son a día de hoy las dos grandes apuestas que centran nuestra actuación al frente del Ayuntamiento. La cruda crisis que nos ha tocado afrontar durante el presente mandato, una coyuntura que jamás habíamos vivido en la historia reciente, ha obligado a adoptar acciones de calado. Lejos de imitar las políticas de recorte social aplicadas por otras administraciones, desde el Consistorio hemos decidido incrementar de manera progresiva, año tras año, los presupuestos dedicados a la atención a las personas que más lo necesitan.

Durante los últimos meses, en la economía local se advierten síntomas de recuperación, sobre todo en sectores como el turismo y el comercio, que tienen cierto reflejo en el mercado laboral. Abril registró en nuestra capital una disminución del desempleo en torno al 7% y un incremento del 19% en los contratos, respecto al mismo mes del año anterior. Se trata de datos que nos animan a redoblar la apuesta por la dinamización sin que eludamos otra realidad, como es la atención a la demanda de ayudas de primera necesidad que llega a los servicios sociales del Ayuntamiento. Solo en los primeros cuatro meses de este año ya se han concedido 1.933 ayudas de este tipo, por encima de las 1.600 otorgadas en 2013, en el mismo periodo de tiempo.

Cualquier retrospectiva que hagamos sobre esta situación, tomando los datos de los últimos años, confirma la dureza de esta crisis y el papel que le toca jugar a las administraciones locales en la atención a estas familias. El Ayuntamiento es la primera puerta a la que acuden los vecinos necesitados de ayuda, lo que no quiere decir que sea la única institución con competencias en la materia. Sin embargo, pese a la merma aplicada en las trasferencias que debiera recibir desde otras instancias, el de Santa Cruz ha seguido elevando la dotación presupuestaria del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) y su personal, igual que el de las oficinas de los cinco distritos del municipio, desempeña una tarea encomiable a favor de estos ciudadanos.

Pero no estamos solos. Una corriente solidaria, integrada por muchísimas entidades y personas, trabaja en la misma línea. La colaboración obtenida en las organizaciones no gubernamentales no tiene precio. Esta misma semana hemos renovado por cuatro años el convenio establecido con una de ellas, el Banco de Alimentos de Tenerife. Con una dotación total de 200.000 euros, este acuerdo nos permite complementar las prestaciones básicas de alimentación que proporciona el IMAS a las personas que lo necesitan (cifrada el año pasado en 8.000), en este caso gracias a una ONG que trabaja a su vez con 45 entidades y que atiende de esta manera a unas 13.000 vecinos del municipio.

También acabamos de renovar el acuerdo establecido con Cruz Roja Española para atender con urgencia casos de exclusión social que no pueden esperar por la tramitación ordinaria para la recepción de ayudas de carácter básico, en apartados como alimentación, agua, luz o alquiler de vivienda. En función del mismo, la organización humanitaria aporta 40.000 euros, que permiten agilizar la gestión de esos casos concretos, en un margen de 5 a 10 días, y complementa el sistema de atención dispuesto por el Ayuntamiento. Su formalización y puesta en marcha durante el año pasado hizo posible que alrededor de 300 ciudadanos pudieran verse atendidos en situaciones de carácter límite.

Iniciativas como las comentadas nos sirven de ejemplo acerca de los frutos que ofrece la cooperación entre entidades, la suma de voluntades, con vistas a ayudar a quienes peor lo están pasando. Disponemos para ello del catálogo de prestaciones más completo de Canarias, con el que pretendemos llegar a más personas y en menos espacio de tiempo, incrementando la dotación y la variedad de la asistencia y agilizando los procesos de gestión. Y surge del compromiso de trabajar en la resolución de los problemas de los chicharreros, con más o menos apoyos, por encima de cualquier otra circunstancia.