El pleno del Cabildo para hablar sobre el estado de Tenerife agudiza las diferencias entre CC y PSOE

El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha hecho este miércoles un llamamiento a la “unidad” en defensa de los intereses de la isla, siguiendo la estela del Pacto por Tenerife suscrito a comienzos del mandato, lo que ha llevado a tener discrepancias, incluso, con su socio de gobierno (PSOE).

En el último debate sobre el estado de la isla, ha comentado que su papel como presidente es “empujar” para que los grandes asuntos de Tenerife salgan adelante y, por ello, ha reclamado a todos los partidos políticos que mantengan la “coherencia” y defiendan lo mismo “en todos los foros” donde tengan representación.

Ha puesto como ejemplo de esa coherencia sus críticas a la antigua consejera regional de Sanidad, Brígida Mendoza (CC), de quien llegó a pedir su dimisión, o a la propia Consejería de Obras Públicas, demandando más agilidad en la planificación y ejecución de obras, y de forma contraria, a PSOE y PP, cuya posición varía dependiendo de si gobiernan en el Estado o no.

Alonso ha admitido los “conflictos” con el PSOE, por ejemplo en materia sanitaria, pues el hospital del sur estuvo parado más de un año cuando gestionaban la Consejería de Sanidad, al tiempo que ha tildado de “falso y demagógico” que la ruptura del pacto regional se debiera a los conciertos privados.

Para el próximo mandato, ha reclamado “estabilidad” a escala estatal y trabajar en el Cabildo siguiendo un “marco de consenso” con la filosofía del Pacto por Tenerife, para que los grandes temas “se defiendan igual” en la Corporación insular, el Parlamento y el Congreso de los Diputados.

En ese sentido, ha incidido en los “grandes desafíos” que aguardan a Tenerife en un escenario mundial más global y digitalizado, muy cambiante y que incluso se vuelve “más violento y agresivo” por la afección que tiene la globalización en las sociedades occidentales, lo que están aprovechando los populismo para abrirse camino.

Así, ha valorado el programa Tenerife 2030 como “motor” para mejorar la capacitación de los jóvenes y ha resaltado otros “desafíos” como el aumento demográfico, la alta tasa de paro estructural, el aumento de la desigualdad social debido a la crisis económica o los efectos del cambio climático.

Además, ha defendido la eficacia del MEDI, cuantificable a través de los 3.666 proyectos de inversión realizados en estos tres años que han permitido generar un total de 11.927 empleos directos, con una inversión anual que supera los 230 millones de euros.

El nivel de ejecución de los proyectos enmarcados en los cinco ejes en los que se estructura el MEDI (Tenerife 2030, Acción Social, Infraestructuras, Empleo y Sectores Productivos, Sostenibilidad y Medio Ambiente) supera el cincuenta por ciento, alcanzando en el caso del eje de Acción Social el 80,87 por ciento de ejecución.

La opinión de los socios de gobierno: el PSOE

El vicepresidente insular, Aurelio Abreu (PSOE), ha dicho que los socialistas han “dado la cara” cuando ha habido “diferencias” con CC para defender los intereses de los ciudadanos, y ha echado en cara a CC su falta de apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para 2019, que tenían una “clara orientación social”.

A la hora de valorar la gestión de sus consejeros, ha hecho especial hincapié en la labor de la directora insular de Vivienda, Marta Arocha, que ha inspirado la búsqueda de la solución en Las Chumberas con un nuevo convenio transaccional donde se conozcan “las reglas del juego” y no se siga “defraudando” a los vecinos.

Abreu ha apuntado que, “cuando ha habido diálogo” con CC, se ha logrado una buena gestión, mientras que, cuando han predominado “el teatro, las faltas de respeto y la puesta en escena”, las políticas han ido abocadas al “fracaso”.

A diferencia de Alonso, ha explicado que los socialistas fueron expulsados del Gobierno por “querer regular” los conciertos sanitarios, al tiempo que ha criticado la situación actual de la sanidad pública pese a disponer del mayor presupuesto de la historia.

Ha comentado que “nadie da lecciones de canariedad” al PSOE criticando a CC por culpar siempre al Estado de todos los problemas del archipiélago, cuando a veces se envían recursos, como ocurrió con las partidas para luchar contra la pobreza, y se devolvieron.

“El victimismo ya no cabe”, ha apuntado, al tiempo que ha avanzado para el próximo mandato que “un nuevo liderazgo es posible” en la isla, “con más eficacia y progreso”.

La oposición de Podemos

El portavoz de Podemos, Fernando Sebaté -que ha logrado sacar adelante una propuesta de resolución para convocar un consejo territorial monográfico sobre termitas- ha tildado de “interesante” el programa Tenerife 2030, si bien ha criticado la “obsesión” de Alonso por “salir en los medios de comunicación” y que la televisión insular “parezca un NO-DO”.

Además, ha instado a empresarios y partidos políticos a “pedir perdón” por la construcción del puerto de Granadilla y el proyecto de la regasificadora -rechazado por la CNMC-, y ha pedido más empleo en áreas sociales, siguiendo la economía de los países nórdicos.

Las claves del PP

Sebastián Ledesma, portavoz del grupo Popular, ha criticado el “conflicto interno” que han vivido CC y PSOE durante el mandato, dando un “espectáculo lamentable” con “silencio” al principio de los socialistas y ahora “codazos y zancadillas” a las puertas de las elecciones.

Ha dicho que Tenerife “ha perdido cuatro años preciosos” por culpa de la “soberbia y prepotencia” del presidente y su forma de gobernar desde la “promoción personal”, y le ha pedido que “aterrice” en los problemas reales de los tinerfeños porque 2030 “queda lejos”.

Ledesma, que ha logrado apoyo para un gran pacto por el agua pero no ha logrado el cierre de la televisión insular, ha insistido en que Alonso es el “principal responsable” de los problemas de la isla, que ha situado en los “atascos” de las carreteras, la sanidad y la dependencia.

Alberto Bernabé, portavoz del grupo Nacionalista, ha reivindicado que Tenerife tiene una economía “viable” cuando parece que se acerca una desaceleración, pues dejará su deuda a cero este año, al margen del endeudamiento del IASS para acometer infraestructuras sociales.