Jaime Azpilicueta ya es Hijo Adoptivo de Tenerife

Azpilicueta, a la izquierda, recibe el título de manos del presidente insular, Carlos Alonso

EUROPA PRESS

Santa Cruz de Tenerife —

El Cabildo de Tenerife entregó este lunes el título de Hijo Adoptivo de la isla a Jaime Azpilicueta, director teatral. Esta distinción honorífica le ha sido concedida como “reconocimiento a su trayectoria humana y profesional por su generosidad, talante abierto y profundo amor demostrado durante muchos años a esta isla y a su gente”.

Azpilicueta, según ha expresado el Cabildo en una nota, ha defendido sus valores, idiosincrasia y personalidad allá por donde fuera, y eso le hace merecedor de la concesión de este título, como lo atestiguan las numerosas adhesiones de colectivos y personalidades significativas del mundo de la cultura popular de la isla.

El presidente de la Corporación insular, Carlos Alonso, calificó la relación entre Jaime Azpilicueta y el Carnaval de Santa Cruz como “una historia de amor”, porque con él la Gala “creció como espectáculo sin traicionar el espíritu de un pueblo que roba tiempo a su descanso para ensayar”.

Su secreto -dijo Alonso-, ha sido conectar con la fiesta y con su gente. “Transformar un espectáculo de color en un desfile brillante y emotivo, con un guión en el que las palabras más importantes son la ilusión y la sonrisa”, señaló.

Jaime Azpilicueta recibió emocionado y sin poder contener las lágrimas esta distinción y aseguró que no ha sido él quien le ha dado tanto a la isla. “La isla me lo ha dado a mí”, indicó.

El recién nombrado Hijo Adoptivo de Tenerife reconoció la grandeza, la calidad humana y la entrega de la gente de este pueblo. “Sin ustedes no existe nada”, dijo.

Trayectoria profesional

Con un currículum de una altura artística incuestionable, tanto por su calidad como por su variedad, Jaime Azpilicueta es un hombre sencillo, afable, generoso y humilde que recaló en la isla en 1988 para dirigir su fiesta más importante, el Carnaval, en la santacrucera Plaza de Toros.

Fueron años de aprendizaje junto al maestro teatral e innumerables técnicos y voluntarios de todas las especialidades empezaron a afrontar trabajos de forma profesional. Su labor al frente de las fiestas más populares supuso una revalorización con fórmulas que aún se mantienen transcurridas casi tres décadas.

Esta tarea ha permitido que surgiera una cantera de profesionales del espectáculo ligados a la fiesta que hoy desarrollan su actividad profesional en el mundo del espectáculo en la isla. Bajo su dirección durante nueve años, la gala se abrió a una mayor participación del pueblo, saliendo de la Plaza de Toros a la Plaza de España, cambió la estructura del Carnaval pasando todos los concursos a momentos previos a la Gala, que era la culminación de todo el proceso participativo de las agrupaciones, murgas, comparsas y rondallas antes de la explosión de la fiesta en la calle.

También cambió el formato del espectáculo estableciendo una temática central, con una gran obertura, controlando los ritmos y los tiempos de intervención, creando bloques de presentación de las candidatas a Reina.

Este formato no solo se sigue respetando actualmente sino que ha sido adoptado por las galas de Carnaval en todo el archipiélago.

En 2011 se abrió otra etapa y además del Carnaval, Jaime Azpilicueta ha ayudado a crear una línea de trabajo sobre teatro musical que está desarrollando el Auditorio de Tenerife como salida profesional y la posibilidad de desarrollar una industria creativa en torno a este lenguaje artístico.

Así, la experiencia y conocimiento del teatro musical le lleva al Auditorio de Tenerife para dirigir el estreno nacional de una nueva puesta en escena de Sonrisas y lágrimas, de la compañía SOM Produce y, al año siguiente, el estreno nacional de My Fair Lady.

El éxito de público sirvió para establecer vínculos duraderos con la mayor gestora de derechos de autor del mundo y, sobre todo, la dirección de Jaime Azpilicueta, propietario de los derechos para la lengua castellana de las adaptaciones y letras de innumerables musicales que ha cedido generosamente a Auditorio de Tenerife.

Este proceso continúa en 2015 con el montaje completamente realizado en Tenerife del musical Evita, de Andrew Lloyd Weber, que pone a prueba la solvencia artística y técnica del elenco completo de este musical, así como de las empresas y técnicos de la isla.

En esos días, Evita se estrena en temporada en Madrid, siendo el primer musical canario que logra este hito, con gran éxito de crítica y, por ahora, de público, así como alto interés de otros teatros para realizar una gira por España.

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