El Cabildo de Tenerife aumenta un 775% el gasto en subvenciones ‘a dedo’ durante la presidencia de Carlos Alonso

Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife.

David Cuesta

Santa Cruz de Tenerife —

El Cabildo de Tenerife ha aumentado un 775% el gasto en ayudas directas durante la presidencia de Carlos Alonso, de Coalición Canaria. En los últimos cuatro años, el desembolso a través de esta vía ha pasado de 2,3 millones en 2014 a 20,9 millones en 2018, según consta en el Plan Estratégico de Subvenciones.  

Una tendencia que ha provocado que el gasto de las subvenciones que se dan a dedo, sin fomentar la concurrencia competitiva, supere ya a las ayudas que se otorgan por la vía ordinaria. Las cifras oficiales de 2017 evidencian que las 140 subvenciones nominativas del pasado ejercicio alcanzaron los 15,5 millones de euros, frente a los 9,6 millones de las 62 líneas que se tramitaron por el procedimiento común.  

Una forma de actuar que no ha pasado desapercibida para el interventor general de la Corporación insular, Antonio Messía de Yraola, que en los últimos años ha alertado en diferentes informes de su opinión contraria a la inercia en la que se ha sumido el Cabildo tinerfeño. El funcionario encargado del control previo de legalidad, en sus conclusiones sobre el Presupuesto de 2018, reconoce que la Ley General de Subvenciones admite la concesión de ayudas nominativas, pero recuerda que “este hecho no ha de ser llevado al extremo”.  

El interventor advierte de que el “uso abusivo” de las subvenciones nominativas permite que se obvien “por completo” los principios de concurrencia, objetividad, igualdad y no discriminación, “designando directamente en su lugar a beneficiarios concretos de las ayudas públicas”. Ante el incremento producido en los últimos cuatro años, Messía de Yraola exige al Cabildo que se incluya en las subvenciones directas que se otorguen en 2018 “la justificación de la imposibilidad o dificultad de tramitar dichos expedientes a través de procedimientos con convocatoria pública”. 

En el año 2016, el interventor general reparó un total de 17 expedientes relacionados con subvenciones. Según consta en un informe enviado por el funcionario al Tribunal de Cuentas, el incumplimiento “que más se registró” fue, precisamente, la aprobación de ayudas directas “sin que se justifique la imposibilidad o dificultad de realizar una convocatoria pública”. 

El director insular de Hacienda del Cabildo de Tenerife, Juan Carlos Pérez Frías, defiende que las ayudas nominativas están reguladas por la legislación y justifica las cifras actuales por el aumento general de los recursos económicos. “En 2014 no había casi ni subvenciones porque fue un año peculiar, donde el presupuesto cuantitativamente era casi la mitad del que tenemos hoy”, explica el principal responsable de las cuentas de la Institución insular, que también recuerda que “los 100 millones que tiene de ahorro bruto esta Corporación, en aquella época se destinaban a pagar deuda y hoy van a inversión”. 

Pérez Frías, que llegó al área de Hacienda de la mano de Carlos Alonso, insiste en que el 85% de las subvenciones nominativas “están relacionadas con temas sociales y públicos”, además de que el presupuesto “tiene que ser aprobado por el Pleno y salir a exposición pública”. El director insular asevera que “si alguien entiende que no tengo que darle unos recursos a Cáritas, que lo diga”.

Más de 2,3 millones para la Iglesia

Cáritas es una de las beneficiarias que más dinero recibe del Cabildo de Tenerife por la vía de las subvenciones nominativas, con un total de 791.768 euros en 2018, pero no es la única organización vinculada con la Iglesia que sale agraciada por el reparto de ayudas de la Corporación insular. En el Plan Estratégico de 2018 figura también el Obispado, que obtendrá 1,3 millones para trabajos de restauración; además de la Entidad Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Cristo de La Laguna, con 250.000 euros para la rehabilitación del retablo mayor. Incluso, se consignan 5.000 euros en concepto de “Premio Reto Patrona 2018”, que irán a parar a una “institución sin ánimo de lucro a determinar”.

 

En cuanto la cuantía, la cabeza de la lista está formada por la Universidad de La Laguna (3,7 millones), Viviendas Municipales de Santa Cruz de Tenerife (2,4 millones), el CD Tenerife (1,8 millones), Matadero Insular de Tenerife SA (1,5 millones), el Instituto de Astrofísica de Canarias (1,2 millones), la asociación que organiza la LAN Party (680.000 euros), la Empresa Insular de Artesanía (628.000 euros), la Institución Ferial de Tenerife (470.000 euros), el CB Canarias (300.000 euros), la Cámara de Comercio (291.474 euros), Cruz Roja (150.600 euros) y la CEOE (85.000 euros).

 

En la lista figuran pagos a distintas federaciones deportivas, colectivos sociales y asociaciones agrícolas. También aparecen otras ayudas directas para diversas causas: 3.500 euros para la Sociedad Canina de Tenerife, 79.200 euros a la Formación Empresarial Dual Alemania-Madrid, 45.000 euros a la Fundación Conde del Valle de Salazar para un documental, o 22.000 euros a la Asociación Canaria de Descendientes de San Antonio para un monumento, entre otras. El director insular de Hacienda afirma que “peyorativamente se dice que las subvenciones nominativas son para dárselas a los amigos, pero a veces no cabe la concurrencia y vienen a responder a una necesidad”. 

 

Aunque el interventor no entra en el detalle de todas las ayudas en su informe general, sí que hace referencia a un dato clave: casi el 75% del dinero destinado a subvenciones nominativas está relacionado con gastos corrientes. Pero es más, el funcionario insiste en que “muchas de las entidades beneficiarias” que figuran en el anexo de las subvenciones nominativas, a su vez, “resultan ser sistemáticamente beneficiarias de subvenciones en procedimientos por concurrencia competitiva para fines muy similares”. 

 

También pone su mirada el funcionario en la ayuda destinada a la ciudad deportiva del CD Tenerife. El interventor explica que el expediente “destaca por su importe”, que alcanza los 1,8 millones, y recuerda que “ya en el Presupuesto de 2017 se aprobó otra subvención nominativa para dicha entidad y para el mismo fin por 1,25 millones”.

 

El director insular de Hacienda reconoce que “hay aportaciones que se escapan a los conceptos de lo público y los temas sociales”, aunque las justifica por su “necesidad”, en referencia a las subvenciones concedidas al CD Tenerife y al CB Canarias para sus ciudades deportivas, o a la asociación Innova 7, que se encarga de organizar la LAN Party. 

 

Sobre el evento de la LAN Party, que se celebra anualmente en Tenerife y que recibe por la vía de las subvenciones directas 680.000 euros, Pérez Frías explica que la organización “exige calendarios de pagos que debemos cumplir escrupulosamente” y defiende la utilización de una ayuda excepcional porque “es una iniciativa que se han querido llevar a otras ciudades, como Barcelona”. Llega a admitir que este caso “quizás es el único, junto con el del CD Tenerife o el del CB Canarias, que pueda ser cuestionable”. 

 

El político incide en que las cifras “son engañosas” y en la necesidad de “abrir un diálogo” con el interventor para revisar algunas de las subvenciones, como las otorgadas a la Universidad de La Laguna, que superan los 3,7 millones de euros. Según el argumento de Pérez Frías, estas ayudas no salen a concurrencia pública por “inseguridad” de que pudieran participar otras universidades y llevarse unas ayudas “cuando hay un interés” para que beneficien “a los alumnos de Tenerife”. 

 

Para el interventor es destacable que casi la mitad del dinero que recibe por esta vía la Universidad de La Laguna, un total de 1,7 millones, se destine a cubrir gastos corrientes. El funcionario se refiere en concreto a la línea que se otorga para el Plan de Transferencia de Conocimiento: Doctores y Tecnólogos, que ya figuraba en las subvenciones de 2017 y cuya cuantía ha crecido un 42%.

 

“Nuestra intención es intentar reducir esta tendencia”, concluye el director insular de Hacienda del Cabildo. Al menos hasta hoy, las cifras oficiales demuestran que desde el año 2014, cuando se aprobó el primer presupuesto de Carlos Alonso como presidente, el gasto destinado a subvenciones nominativas no ha parado de crecer.  

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