Quintero reconoce las dificultades de la Consejería para saber el destino final del plátano que se ‘pica’

El consejero de Agricultura, Narvay Quintero, en la comisión parlamentaria de este miércoles

Tenerife Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, ha pedido este miércoles en sede parlamentaria y al sector platanero que “no desmantele su unidad”, ante la reciente dimisión de Henry Sicilia como presidente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan). En la misma comisión, Quintero reconoció las dificultades que tiene la Consejería para saber con exactitud el destino final del plátano que se ‘pica’, en alusión a los casi 14 millones de kilos que en 2016 los productores retiraron del mercado y se destruyeron por la caída de los precios en el único mercado de las islas, la Península y algo en Portugal.

La renuncia de Sicilia, oficialmente por motivos personales, “se acata”, dijo Quintero en la Comisión de Agricultura del Parlamento de Canarias, pero a la vez pidió “responsabilidad” al sector para mantenerse unido porque “es un momento clave por la negociación del nuevo Posei”, el programa comunitario de apoyo a las producciones agrarias del archipiélago que concede al plátano 141 millones de euros por año, informó la agencia Efe.

Entre otras cuestiones, Quintero avanzó que quiere plantear en esa negociación que se autorice la exportación de plátano canario a países terceros, de manera especial a los cercanos, como Marruecos, cuando se produzca exceso de producción que no pueda absorber el mercado comunitario y que normalmente obliga a depositarlo en vertederos, a dedicarlo a compost o a la alimentación del ganado.

En 2016 se produjo un récord de producción de plátano en Canarias, pero también se batió una marca histórica en la eliminación de excedentes de producción, que alcanzó los quince millones de toneladas, según expuso la diputada del PSOE Ventura del Carmen Rodríguez en una pregunta al consejero sobre este asunto.

Narvay Quintero señaló que las organizaciones de productores son las encargadas de retirar esos excedentes, la conocida pica, que pueden alcanzar un máximo del 5% de la producción total, y reconoció las dificultades de la Consejería para conocer fehacientemente que se cumple la normativa en su destino final.

Los productores están autorizados a entregar los excedentes a organizaciones no gubernamentales, a los vertederos legales, para hacer biocombustible y compost y para la biodegradación o la alimentación animal. Últimamente se está considerando destinarlo a la agroindustria para su transformación en harina de plátano.

Aprovechando la próxima revisión de la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea (UE) y con ella del Posei, el Gobierno de Canarias quiere que esos excedentes puedan exportarse a países terceros pero no de manera puntual y con autorización previa, como ha ocurrido ocasionalmente con ventas a Marruecos, sino de manera regular. Quintero expuso ante la comisión parlamentaria otras medidas que quiere plantear el Gobierno de Canarias ante la reforma de la PAC y del Posei, y que expondrá a finales de mes al comisario de Agricultura europeo, Phil Hogan, en una reunión en Madrid.

El Gobierno canario pedirá un aumento de la ficha financiera del Posei, ya que la propia Comisión Europea reconoció en 2009 que era insuficiente para cubrir el sobrecoste de producción en Canarias. También demandará Quintero un Programa de Desarrollo Rural específico para las regiones ultraperiféricas.

Pero sobre todo incidirá en que se rechace un nuevo acuerdo para dar a terceros países un plazo de cinco años para que adapten a la legislación europea sus producciones ecológicas, ya que eso supone un perjuicio muy grave para las producciones canarias.

Las producciones comunitarias deben cumplir condiciones muy estrictas, fitosanitarias y de trazabilidad, para contar con la etiqueta de producción ecológica, la misma que se da a producciones de terceros países que utilizan productos fitosanitarios prohibidos en Europa.

Eso se traduce en sobrecostes para los productores comunitarios que los de terceros países no tienen que soportar, lo que genera competencia desleal, pero además es un engaño a los consumidores que confían en el etiquetado ecológico, denunció Quintero.

El consejero se refirió además a las producciones hortofrutícolas de Canarias, que son más saludables para el consumidor por la presencia de menos productos fitosanitarios que las importadas, según un reciente estudio realizado con motivo del programa europeo Pervemac.

Etiquetas
stats