Santa Cruz se propone cerrar el nuevo año con un número de parados menor a los 23.551 de 2017
El municipio de Santa Cruz de Tenerife cerró el año pasado con 23.551 personas en situación de desempleo, lo que representa niveles casi similares a los de 2009, el año de inicio de la crisis, y casi 7.000 menos que el pico máximo dentro de la recesión, en 2013, según datos servidos este lunes por la Sociedad de Desarrollo, empresa pública del Ayuntamiento capitalino.
El informe sobre el año pasado ha sido presentado en rueda de prensa por el alcalde José Manuel Bermúdez; el concejal de Promoción Económica, Alfonso Cabello, y el presidente de Fauca, Abbas Moujir, quienes han insistido en la “buena tendencia” económica que lleva la ciudad desde mediados de 2013 y la buena colaboración entre los sectores público y el privado.
Desde el Ayuntamiento se ha planteado para este año acabar el ejercicio al menos por debajo de las 23.000 personas en desempleo, con el fin de seguir consolidando la recuperación, detalló el alcalde.
En cuanto a la contratación, el turismo, el comercio y la restauración se han confirmado como las actividades que tiran de la economía de la capital, acumulando más del 41% de todos los contratos, frente al 29,8% de 2010.
En total, en la ciudad se firmaron el año pasado una media de 9.000 contratos al mes, de los que el 88,9% fueron temporales y el resto de carácter indefinido, especialmente en el turismo, a lo que Cabello ha dicho que es una realidad a escalas estatal y regional sobre todo a raíz de la reforma laboral del PP.
Cabello sostuvo que el contrato para toda la vida ya es una “variable de otro tiempo y hay que acostumbrarse a trabajar en varias empresas”, aunque espera que, si hay “seguridad” en la ciudad, las empresas se animen a consolidar los empleos, “ya que se firman contratos de hasta dos horas”.
La capital tinerfeña acumula casi uno de cada tres nuevos contratos que se firman en Tenerife, y el paro afecta más a la franja comprendida entre los 25 y los 54 años -70,4% del total- y a las mujeres -56,3%-.
Para luchar contra el paro, Cabello dijo que este año se invertirán unos seis millones de euros de recursos públicos en la ciudad, “la mayor cantidad de la historia”, y la propia Sociedad de Desarrollo ve mejorado su presupuesto hasta los 5,2 millones.
En esa línea, subrayó que en la reforma del antiguo colegio Teno Artigas, en Miramar, se invertirán unos 1,2 millones para convertirlo en un centro de formación.
Además, destacó la puesta en marcha de diversos proyectos de empleabilidad que beneficiarán a unas 650 personas, y el Plan de Empleo Social, al que se aportarán 1,4 millones de recursos propios para ofrecer formación complementaria al puesto de trabajo. “No queremos dejar a nadie atrás en la recuperación”, indicó.
Moujir apuntó que el modelo comercial de Santa Cruz de Tenerife “está funcionando y tirando” de la economía, y resaltó que 2017 ha sido “el mejor año del decenio”, al tiempo que ha valorado la “seguridad jurídica” que aporta el Ayuntamiento a los inversores. Para el alcalde, la receta es clara: “Menos impuestos, menos burocracia, más seguridad jurídica y más políticas activas de empleo”.
Además, para avalar la fortaleza de la economía en la ciudad, Bermúdez avanzó que por primera vez el año pasado creció la población en algo más de un centenar de personas en el municipio.
Campaña de Navidad
El alcalde valoró la buena marcha de la recién terminada campaña de Navidad, que ha sido “extraordinaria” desde el punto de vista económico y con un gran seguimiento de las más de 200 actividades de dinamización organizadas por el Consistorio.
Bermúdez se mostró “muy satisfecho” por la buena respuesta del aparcamiento provisional habilitado en la Autoridad Portuaria, que finaliza este miércoles, y cuya voluntad es negociar “acuerdos puntuales” en otras épocas del año como carnavales o Plenilunio.
En cuanto a las aperturas dominicales, ha apuntado que proseguirá la iniciativa Ven a Santa Cruz los primeros domingos de cada mes, con especial incidencia “cuando haya cruceros en la ciudad”. También hizo un llamamiento a los comerciantes para que abran sus negocios el último día de la semana, domingo, una modalidad que se “va consiguiendo poco a poco”.
