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Cinco años de una tragedia sin culpables: el derrumbe de un edificio en Tenerife que acabó con la vida de siete personas

Trabajo de los bomberos en el edificio colapsado en Los Cristianos

Tenerife Ahora

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Hace exactamente cinco años Canarias se paralizó. A las 9.30 horas del 14 de abril de 2016, el edificio número 12 de la calle Amalia Alayón, en Los Cristianos, entraba en colapso y se desplomaba, acabando con la vida de siete vecinos y dejando a otras tres personas heridas en diversos grados.

Mariflor González González, de 71 años y procedente de Avilés (Asturias); Antonio Jesús García Beltrán, de 55 años y vecino de Los Cristianos; una mujer de 29 años y residente en Los Cristianos; una mujer de 41 años y de nacionalidad marroquí; una mujer de nacionalidad italiana de 77 años; un hombre también italiano de 41 años, y un varón finlandés de 72 años, fueron las víctimas mortales de este incidente que conmocionó a todas las islas aquellos días.

Del inmueble de cinco plantas, construido en 1973 y que se encontraba en obras, solo se mantuvieron en pie las puertas del supermercado ubicado en la planta baja y una pared que puso en riesgo a los profesionales que participaban en el operativo de rescate, ante la posibilidad de que les cayera encima.

Desde ese momento toda la energía se destinó a la búsqueda de los cuerpos de las víctimas entre los escombros y a la de los posibles responsables.

En busca de un culpable

Días más tarde de aquel fatídico 14 de abril, el concejal de Urbanismo y Planificación de Arona, Luis García, confirmó que no constaba licencia de obras y que tampoco fueron comunicadas al Ayuntamiento. Así, en mayo arrancó la investigación para esclarecer las causas del derrumbe, y que finalizó en julio de 2018, con el archivo de la causa penal por resolución del Juzgado Número 3 de Arona al considerar que no se puede culpar a nadie de las muertes que provocó esta tragedia, al ser múltiples sus factores.

En resumen, el inmueble estaba mal proyectado desde que se levantó en 1973, en la construcción de sus pilares se empleó hormigón de muy mala calidad que en 2016 se desintegraba, los elementos metálicos habían sufrido un importante deterioro por la corrosión propia de la costa, se acometieron varias reformas que debilitaron su estructura y sus propietarios no hicieron las necesarias obras de mantenimiento.

El auto examinó en particular la importante reforma que en 2003 hizo Banesto en los bajos del edificio para habilitar allí una sucursal, porque varios informes indicaban que pudo debilitar su estructura al sustituir varios elementos del cerramiento externo (de hecho, aquellas obras provocaron grietas en el inmueble).

En lo que concierne a la falta de mantenimiento del edificio, la juez concluyó que quizás la comunidad de vecinos se “acostumbró a vivir entre grietas”, lo que “podría explicar” que no actuara para reparar los daños manifestados a raíz de la reforma de Banesto.

Sin embargo, reconoció que no se puede afirmar que su falta de diligencia llevara al edificio a la ruina por falta de reparaciones, al menos no con los requisitos que exige un procedimiento penal.

Todos los factores que pusieron de manifiesto los diferentes informes periciales manejados en la instrucción llevaron a la juez Sofía Valdivia a concluir que “no se puede atribuir la responsabilidad penal a ninguno de los sujetos analizados”

Los héroes del derrumbe

El jefe del Consorcio de Bomberos de Tenerife, Salvador Reyes explicó en aquel entonces que las labores de rescate fueron muy complicadas porque el edificio sufrió un derrumbamiento “tipo sandwich”, de manera que la distancia entre techo y techo de las cinco plantas era de apenas 25 o 30 centímetros.

En el operativo de desescombro trabajaron más de 200 personas, entre ellas 57 bomberos, 52 miembros de Cruz Roja, 50 de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cinco agentes de la unidad de rescate de la Guardia Civil, 32 policías nacionales, 45 voluntarios de Protección Civil y 17 psicólogos.

Los cuatro edificios colindantes fueron desalojados hasta que concluyeron los trabajos de demolición de la parte del edificio que quedó en pie. En total, 68 personas, entre ellos las que han perdido sus viviendas como consecuencia del derrumbe.

Arona recuerda a los fallecidos

Miembros de la corporación local de Arona, encabezados por el alcalde, José Julián Mena, vecinos y familiares han homenajeado este miércoles a las siete víctimas mortales por el derrumbe de un edificio en Los Cristianos hace cinco años.

El acto de homenaje ha consistido en depositar un ramo de flores junto a uno de los laterales del edificio, informan fuentes de la corporación local.

José Julián Mena ha rendido homenaje “a todas las víctimas del peor suceso que Arona ha vivido en décadas y en el que la actitud del conjunto de los vecinos dio sentido real a la palabra solidaridad, movilizando a todo un pueblo en ayuda de los demás”.

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