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¿Mató a más personas la austeridad en España entre los años 2011 y 2015 que la misma Guerra Civil?

Una persona pide en una calle, en una imagen de archivo

EFE

Santa Cruz de Tenerife —

¿Mató a más personas la austeridad en España entre 2011 y 2015 que la Guerra Civil? Una revista estadounidense publica la próxima semana un estudio que cifra en 505.559 los fallecidos imputables a los recortes, un dato tan controvertido que otro artículo lo desmiente en el mismo número.

El número de agosto de la revista de la Sociedad Americana de Salud Pública (AJPH, en el inglés), una de las más reputadas del mundo en su campo científico, llega con polémica: la que provoca un estudio firmado por investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL) y el Hospital de Nuestra Señora de la Candelaria (Tenerife) sobre los efectos en la población de los recortes sociales.

El trabajo, cuyo primer firmante es Antonio Cabrera de León, de la ULL, examina la evolución de la mortalidad en España entre 2010 y 2015 a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística, con una conclusión impactante: la cifra de fallecidos en España sube de repente el 29% sobre lo que cabría esperar por su evolución anterior a partir de 2011, y en 2015 ya muestra un alza del 41%.

¿Qué pasó en ese periodo en España que no ocurriera en otros países? Los firmantes del artículo comparan los datos de España en esos años con los de otra economía desarrollada (aunque con grandes diferencias en su sistema de protección social) como es EEUU.

Y sus datos muestran que en ese periodo la mortalidad subió en Estados Unidos “solo el 8%”, por lo que fallecieron en ese país 431.501 personas más de las que cabría esperar. Eso sí, en una nación que multiplica por siete la población de España.

Conclusión: “El marcado exceso de mortalidad observado en España entre 2011 y 2015 es atribuible a las políticas de austeridad”.

La cifra de medio millón de muertos por los recortes en sanidad y políticas sociales en solo cinco años es tan impactante que el mismo número de la revista incluye un editorial que lo analiza, pero para desacreditarlo por completo. Y lo firman otros tres expertos españoles, investigadores de la London School of Economics y las universidades de Las Palmas de Gran Canaria y Autónoma de Barcelona.

Ese contraartículo, suscrito por Cristina Hernández-Quevedo, Beatriz López Valcárcel y Miguel Porta, admite que las políticas de austeridad necesariamente han tenido que tener un impacto sobre la salud de la población, pero defienden que la cifra de medio millón de muertos en España por los recortes sociales no se sostiene.

A su juicio, sus colegas de Tenerife han cometido un error importante al manejar los datos: dieron por bueno el marcado repunte de la mortalidad en España que muestran las cifras del INE en 2011, pero no advirtieron que había un problema. El INE había cambiado justo ese año la base de referencia sobre la que calcula la mortalidad.

Conclusiones del profesor Antonio Cabrera y sus colegas

Este editorial crítico no solo defiende que eso invalida la comparación entre la serie posterior a 2010 y la previa, sino que recurre a la historia reciente para mostrar la inconsistencia que percibe en las conclusiones de Antonio Cabrera y sus colegas: el gasto público creció en España desde 2007 hasta 2015 de manera ininterrumpida en cada año con respeto al anterior, salvo en 2012.

En 2012, el Gobierno aprobó los grandes recortes, los contenidos en el real decreto ley de medidas de austeridad en la sanidad. Ese año, el gasto público en salud cayó el 6%, se implantó el copago de medicamentos y la sanidad dejó de ser universal. ¿Tuvieron efecto esas medidas un año antes de aprobarse?, se preguntan los autores.

Los tres firmantes del editorial no dudan de que la recesión y los recortes “empobrecieron y dañaron a muchos españoles y a ciudadanos de todo el mundo y, además, elevaron las desigualdades sociales”, pero sostienen que, con los datos disponibles en la mano, “honestamente no se puede decir si las políticas de austeridad tuvieron un impacto significativo en las tasas de mortalidad”.

El estudio de la ULL ha sido tan controvertido por su impactante conclusión, que la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) también publica una reseña en su página web, con este título: ¿Austericidio o artefacto?

La Sespas reconoce que las consecuencias de la crisis y de las medidas de austeridad sobre la salud de los españoles le preocupan, pero considera que sus efectos más bien se verán en “el largo plazo” (en el artículo de la ULL son de impacto inmediato).

“El medio millón de cadáveres en el campo de batalla, fulminados por el austericidio es una imagen poética muy sugerente, eso sí”, apunta.

La propia ULL anuncia este domingo a través de las páginas del diario La Opinión de Tenerife que está revisando su estudio.

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