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Diez años de prisión para un entrenador de baloncesto en Tenerife por abusos sexuales continuados a una menor

Sede de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife

Canarias Ahora

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El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) confirma una condena de 10 años de prisión y cinco de libertad vigilada para un entrenador de baloncesto de Santa Cruz de Tenerife por un delito continuado de abusos sexuales a una menor y que mantuvo entre julio y noviembre de 2018.

La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife pedía en abril una pena de 10 años de cárcel para este hombre que contactó con la menor a través de la aplicación de Instagram.

El TSJC también confirma la inhabilitación especial para profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores por tiempo de 13 años, la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 500 metros y comunicarse con ella durante 12 años, libertad vigilada durante otros cinco años, la destrucción del teléfono móvil intervenido y el pago de las costas procesales. Además, deberá abonar otros 6.000 euros a la víctima por daños y perjuicios, y hacerse cargo de las costas procesales.

Según el relato de la Fiscalía, el hombre contactó con la menor en julio de 2018 a través de la aplicación de Instagram tras tener conocimiento de ella en el colegio en el que había trabajado como monitor de baloncesto. Así, sin ocultar su identidad, logró su número de teléfono y llegaron a concertar una cita en la trasera del Auditorio Adán Martín en la que llegaron a tener un intercambio sexual sin penetración, situación que se reprodujo en un segundo encuentro en el coche del acusado.

Ya en noviembre, y tras recoger a la menor del colegio, se dirigieron en coche a una zona industrial de la ciudad y mantuvieron una relación sexual con penetración. El hombre también le pidió que le enviase fotos de ella desnuda, a lo que la menor no accedió.

La Fiscalía considera que el procesado “se prevalió de la corta edad y falta de madurez para autodeteminarse en la esfera sexual de la menor”, quien además actuó bajo el miedo de que mostrase a sus padres las conversaciones que habían mantenido a través de WhatsApp, sin que conste el empleo de violencia o intimidación.

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