El rayo que no cesa. José Carlos Mauricio no se rinde, y menos ahora que ve peligrar su continuidad en la política, de donde lo quiere desalojar todo el mundo menos uno, él mismo. Aprovechando que es consejero y que todavía le queda algún acólito por ahí, estuvo la semana pasada pontificando en Lanzarote. Tras reunirse de manera oficial en el Cabildo de la isla, celebró un concurrido almuerzo en el restaurante El Mesana, de Playa Honda, al que convocó a las fuerzas vivas de CC en Lanzarote, incluyendo los sectores más enfrentados con él. No se constituyó en tal almuerzo su enemigo íntimo Juan Carlos Becerra, que estaba en el Parlamento de Canarias presidiendo la comisión de control de la radiotelevisión pública, pero sí Pedro de Armas, mano derecha del anterior.