En el Puerto de la Cruz las próximas semanas van a estar entretenidas. Uno de los focos de atención será la empresa pública municipal Pamarsa, que explota servicios playeros, cafeterías y aparcamientos. La desorganización es tal desde que accedió el nuevo gobierno que lo de menos es que los trabajadores no sepan a quien dirigirse, sino que las circunstancias propician una política de privatización que Brito, Navarro y los suyos preparan sigilosamente, ante la atenta mirada de algunos empresarios que ya han enseñado sus apetencias. A ver.