Claudio guión Alberto Rivero se ha convertido en el cargo con mayor mando en plaza -tras el alcalde- en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Desplazada hacia la plaza de la Feria Mari Carmen Hernández Bento, secante puesta allí por Soria para que vigilara la forma de andar de la perrita, Cardona quedó con las manos libres para llevarse al consistorio a su buen amigo y convertirlo en director de gobierno de Presidencia, Recursos Humanos y Seguridad, desplazando en autoridad incluso al primer teniente de alcalde, Ángel Sabroso. Es tan evidente el poder de Rivero que en los plenos se sienta por delante de los demás concejales, en clara visualización de que es el número dos. Su llegada a las Oficinas Municipales vino acompañada por su inseparable Miguel Quintanilla, a quien hizo director general de Organización y Nuevas Tecnología en sustitución del desaparecido Jacinto Brito, una plaza que el alcalde en realidad quería convertir en dirección de Asuntos Sociales, con el éxito ahora comprobado. El resultado final es que Cardona ya iguala en cargos, treinta, a Saavedra, al que tanto criticó; la concejala de Asuntos Sociales pasa a cobrar como mera figura decorativa; Claudio guión se hace con el poder gracias a su amistad con el alcalde, y por amistad impone a Miguel Quintanilla, cuya presencia obliga al alcalde a crear una dirección general destinada a un área que ha sufrido los más dramáticos e injustos recortes. Y esto no ha hecho más que empezar.