Con la revoltura propia de la jornada de ayer, con la destitución (por motivos personales, claro) de Juliana García, se nos pasó por alto acercarles algunos comentarios acerca de otros ceses y nombramientos. Por ejemplo, los dos que se produjeron en el seno de la Consejería de Presidencia, responsable de la chapuza (empecemos por llamarla así) de las licencias de los casinos en la provincia de Las Palmas. A Fernando Martín Monkemöller, viceconsejero, lo han mandado a la Inspección General de Servicios, mientras que a la directora general, María Jesús Temes, esposa del concejal Rafael Santana, la han remitido de momento a las listas que gestiona el Servicio Canario de Empleo, ahora en manos de Claudio-Alberto. El Gobierno, que sigue pensando que los periodistas creen en los pajaritos preñados, ha llamado a este meneo “reajuste”. Ya veremos hasta dónde llega. Por cierto, los casinos flotan en el ambiente.