Los negociadores de CC y del PSOE guardan un mutismo absoluto. No quieren que ninguna filtración imprudente pueda estropear las negociaciones, que por otra parte los socialistas niegan por completo. Pero están en ello no sin ciertas dificultades, sobre todo por la parte minoritaria. Al PSC le han salido voces críticas internas que no consideran muy saludable pactar con CC, pero que a su vez consideran todavía menos saludable hacerlo con el PP, partido con el que habrán de enfrentarse a cara de perro en las cada vez más cercanas elecciones generales. Son voces que, desde Gran Canaria, proponen pasar a la oposición con un termo con café y una buena manta con la que aguantar otros 18 años a la intemperie, a ver si una revolución ideológica hace caer en la cuenta a la ciudadanía de que ellos son los mejores. En Tenerife las diferencias tienen otros matices: una buena parte de la dirigencia y la militancia se roncha con sólo pensar en la posibilidad de entregar el poder de Santa Cruz y del Cabildo a ATI. A la confusión contribuyen Cristina Tavío y Antonio Alarcó, la primera ofreciéndoselo todo a Julio Pérez en el Ayuntamiento, y el segundo haciendo valer su estrecha relación de amistad con el socialista Aurelio Abreu. Pero tanto Bermúdez como Melchior coinciden con Paulino Rivero en que la mejor opción en estos momentos es el PSOE. Que ya volverán los tiempos derechones.