Quizá sea porque el empresariado canario en general está cansado de que se le convoque para levantarle perras para causas del más variado pelaje. O quizá haya sido porque Manuel García Navarro necesita un buen servicio de gabinete de prensa, asesoría de marketing y relaciones públicas que le potencien las ideas. O puede que sea esto último, que todavía está por contratar a un buen taller de ideas que dé a luz la más feliz de las iniciativas, que conmueva al empresariado y al público en general para que todo el mundo se rasque el bolsillo con facilidad y hasta con gusto. El caso es que la convocatoria de este lunes en el hotel Santa Catalina para abrir la vía Geneto (salvación gracias a un proyecto estrella tipo CD Tenerife) resultó un sonoro, o mejor, un silencioso fracaso.