Además de los alquileres provisionales de inmuebles y de las perras para el matadero insular, que el PP seguirá inyectando hasta nuevo aviso, el pleno del Cabildo de este jueves sirvió para descubrir a una oposición despistada. El asunto más paradigmático lo constituyó una moción de Nueva Canarias con la que se pretendía sacar los colores al Gobierno de Canarias por tener la intención de crear nuevas plazas de jefes de servicio de la Dirección General del Menor y la Familia adscritas a las oficinas de Tenerife. Se trata del departamento encargado de la adopción de niños, un asunto que convocó a varias familias afectadas en la tribuna de invitados del auditorio. Lo malo fue que esas familias no reclaman problemas de pleito insular, sino que los funcionarios que están funcionen bien, que las adopciones se tramiten más rápidamente. Encima, portaban pancartas de apoyo al actual director general.