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La Justicia reconoce a un cardiólogo titulado en México el ascenso profesional que la Sanidad canaria le negó

Imagen de archivo de un médico.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha reconocido a un cardiólogo del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil (CHUIMI) de Gran Canaria el ascenso en la carrera profesional que la Consejería de Sanidad le negó bajo el pretexto de no haber homologado la especialidad médica hasta 1996, cuatro años después de obtener el título en México. El facultativo solicitó en 2008 una promoción del nivel 2 al 3 de la carrera, al haber transcurrido los 16 años de servicio requeridos, como mínimo, para optar a este ascenso, que tiene repercusiones económicas, ya que conlleva un incremento de las cuantías a percibir por este motivo en concepto de complemento (de 435 a 600 euros al mes, aproximadamente).

La sentencia de primera instancia, dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 4 de Las Palmas de Gran Canaria, había dado la razón al Servicio Canario de Salud (SCS), con el que coincidía en su tesis de que solo podían computarse los servicios prestados desde la adquisición de la condición de especialista en Cardiología, hito que situaba en la fecha de homologación del título (1996).

Sin embargo, en una reciente resolución, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC ha estimado el recurso del médico y le ha reconocido sus derechos “a todos los efectos” por los servicios prestados desde 1992, “con independencia del nombre consignado” en el contrato suscrito con el SCS.

En los hechos probados de esta última sentencia consta que obtuvo su título de especialista en Cardiología en 1992 en México. Según las fuentes consultadas por este periódico, era práctica habitual en los años ochenta y noventa que los profesionales que querían formarse en esta rama de la Medicina se trasladaran a ese país a cursar sus estudios en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, una de las instituciones de mayor prestigio en este ámbito en Latinoamérica. 

A su regreso, el ahora demandante ingresó como interino en el Hospital Insular. El escrito que recoge su nombramiento, al que ha tenido acceso este diario, describe su plaza como F.E.A. (Facultativo Especialista de Área) adscrito al servicio de Cardiología. Está fechado en abril de 1992 y, curiosamente, lo firma el actual consejero de Sanidad, José Manuel Baltar, que en aquella época ocupaba el puesto de gerente del complejo hospitalario universitario.

A pesar de ello, el Servicio Canario de Salud (SCS), a través de una comisión de valoración de la que formaba parte el actual gerente del Insular, Víctor Naranjo, le negó en 2008 el ascenso al nivel 3 porque  el título no se homologó hasta 1996, doce años antes. El cardiólogo afectado exponía en su recurso la contradicción entre ambos hechos. “¿No era obligatorio el título de médico especialista para ejercer la profesión con ese carácter y para ocupar un puesto de trabajo en establecimientos o instituciones públicas o privadas?”, se preguntaba el facultativo, que abundaba en la arbitrariedad de la administración al recordar que en aquellas fechas, principios de los noventa, el SCS aplicaba el criterio jurisprudencial de homologación automática del título de especialista.

La sentencia del TSJC, de la que es ponente Francisco José Gómez Cáceres, se apoya en una resolución del Tribunal Supremo sobre un caso prácticamente idéntico, de “una casualidad inaudita”. La demandante era una cardióloga que también había obtenido el título de especialista en México en 1992 y a la que también se lo habían homologado en 1996, aunque el procedimiento estaba vinculado a los méritos de cara a un proceso selectivo. Para el alto tribunal, en cualquier caso, establecer la valoración de la experiencia profesional solo a partir del momento en el que obtuvo la homologación del título extranjero vulnera el principio de igualdad. Esta resolución destaca que, según un informe de la Comisión Nacional de Especialidad, la formación en el instituto mexicano coincide “desde todos los puntos de vista” con la formación exigida en España para médicos especialistas en Cardiología.

El SCS ha reactivado este año los reconocimientos de la carrera profesional del personal fijo facultativo, diplomado sanitario y personal sanitario de formación profesional, de gestión y servicios, que permanecía congelado desde 2010 como consecuencia de la crisis económica.

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