La Fiscalía admite la enajenación completa y pide internar al fratricida en un psiquiátrico durante 40 años
La fiscal ha recomendado este miércoles al Jurado absolver al hombre que mató a tiros a dos hermanos en vista de que los forenses reconocen que tenía anuladas sus facultades mentales cuando cometió los hechos, pero también ha pedido que sea internado en un psiquiátrico durante 40 años.
En la tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Las Palmas contra Francisco Javier M. A., la fiscal ha reclamado al tribunal 20 años de internamiento por cada una de las dos muertes, que es lo máximo que se puede solicitar por el delito de asesinato, debido a que se trata de un enfermo mental “extremadamente peligroso”, como han señalado los forenses.
Durante la prueba pericial, uno de los médicos, Javier Tapias, ha explicado que el procesado cometió un “crimen claramente psicótico” tras convertir en un “delirio” la fijación que tenía con los dos fallecidos y también con sus padres por haber sido despedido de la empresa familiar.
La acusación particular, ejercida por las hijas de las víctimas, sin embargo, se ha mantenido en que el acusado actuó en conciencia y ha confirmado, por ello, su solicitud inicial de 22 años y 6 meses de prisión por cada uno de los asesinatos que cometió.
La defensa de oficio, ejercida por Isabel Saavedra, ha coincidido en su petición con la fiscal, un hecho que ella misma ha considerado que es poco usual, y ha pedido al tribunal que tenga en cuenta que el acusado es un enfermo mental, por lo que entiende que merece una medida adecuada a la enfermedad que padece.
Los dos médicos forenses, Tapias y María Soledad Heredia, han corregido este miércoles su informe psiquiátrico del acusado, ya que en él figuraba que el procesado padece un trastorno delirante que provocó que sus capacidades fueran gravemente alteradas, que este miércoles han sustituido por anuladas.
Cuando acabó con sus vidas “sintió el deber cumplido”
Tapias ha explicado que Francisco Javier M.A., de quien ha dicho que se sentía “perseguido y humillado por sus dos hermanos”, actuó conforme “describen los libros de psiquiatría”, y cuando acabó con la vida de ambos se “sintió con el deber cumplido”.
Así mismo, ha referido que el diagnóstico de este trastorno es difícil de detectar, y que ellos, para concluirlo, mantuvieron con el acusado cinco entrevistas de más de hora y media cada una, al margen de la que él tuvo al día siguiente de los hechos, que se prolongó durante dos horas.
En esa ocasión, le llamó la atención su estado de ánimo, pues se pasó gran parte del tiempo riéndose, ha remarcado Tapias, quien ha hecho hincapié en que, al preguntarle por su hijo, le respondió: “Que se joda, porque tiene que ser un hombre y pasarlo mal como yo”.
La fiscal Teiseida García, por ello, ha modificado sus conclusiones iniciales en las que apreciaba la eximente incompleta del acusado, el atenuante de confesión y la agravante mixta de parentesco, y solicitaba su internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario durante 15 años.
García ha concluido que el acusado “estaba totalmente ido” y “no sabía lo que hacía y quería” cuando mató a tiros con una escopeta de caza a sus dos hermanos, primero a María Noelia en la puerta de su casa, en el barrio de Almatriche de la capital grancanaria, y después a José Antonio, cuando salía en su coche de la empresa familiar, ubicada en el polígono industrial Los Cascajos, en el municipio de Telde.
La acusación ejercida por el letrado José Antonio Alemán ha considerado “inaudita” la modificación efectuada por los médicos forenses de su informe psiquiátrico, que, en su opinión “no tiene validez” porque “hay cosas que no cuadran” sobre la actuación del acusado, al que cree “perfectamente responsable de lo que hacía” y que actuó con el agravante de disfraz.
Según Alemán, el acusado elaboró un plan para pasar desapercibido en Almatriche, donde era conocido por los vecinos del barrio, y por ello se vistió de ropa oscura y se puso gafas de sol el día de los hechos, además de alquilar un vehículo para dificultar su localización e identidad.
El acusado, en su derecho a la última palabra, ha pedido que se le impida residir en Gran Canaria de por vida para la seguridad de la familia, que se siente amenazada, y ha reclamado su ingreso cuanto antes en un centro psiquiátrico para que se pueda curar.
Además, Francisco Javier M.A. ha manifestado al tribunal que se dejó llevar y “que no era dueño de sus actos” cuando acabó con la vida de sus hermanos.