Quince barras (más una) míticas para comprender la cultura del pintxo en Donostia
El origen de los pintxos es incierto. Muchos dicen que la costumbre de poner algo de comida con el vino data nada más y nada menos de la época de Alfonso X el Sabio cuando se popularizó el uso de ‘tapas’ comestibles (normalmente una rebanada de pan con algún embutido) para, según dicen, evitar la entrada de moscas y que las cogorzas fuesen menos contundentes. En España hay tantas tapas como ciudades; pero sólo en media docena de ellas esta costumbre se ha convertido en verdadero arte culinario. El tapeo es uno de nuestros fetiches viajeros. Y en el top cinco de ciudades para tapear está Donostia (obviamente que es algo totalmente subjetivo).
Lo primero, ir de pintxos por Donosti no es barato. Aquí el pintxo se paga y cuando estamos hablando de bocados que se pueden catalogar como alta gastronomía en miniatura. Así que algunos de estos pintxos tienen un precio superior a los cuatro euros aunque la media ronda el rango 2,5-3 euros. Para poder hacer una buena ruta de pintxos hay que olvidarse de la cerveza o los refrescos. Si vas de ‘cañas’ te vas a inflar rápido. Lo mejor es el vino: y si es local pues mucho mejor.
El pintxo en la capital donostiarra se ha convertido en un bocado de alta gastronomía que convive en las barras con clásicos más modestos pero imprescindibles. Este listado es totalmente subjetivo y se basa en nuestra experiencia (aunque obvio que hemos descubierto lugares gracias a blogueros y guías) en la ciudad. Puedes ver cada uno de los locales recomendados señalados con iconos naranja en el mapa de nuestra guía de Donostia.
Casa Vallés (Reyes Católicos, 10).- Verde, salado y picante… Aquí se inventó la Gilda, uno de los pintxos históricos y paradigmáticos de la ciudad que fue nombrado así en honor al personaje de la inmortal Rita Hayworth. Piparra; aceituna y anchoa ensartados por un palillo. Casa Vallés entró en los libros de historia por su gilda pero en su barra hay mucho más: mítica tortilla de bacalao y el pinxto de paella (los domingos).
La trainera del Mesón Martín (Elkano Kalea, 7).- Otro clásico muy cercano al casco histórico. Barra bien provista donde reina la Trainera de chipitrón y gamba sobre cama de jamón. Otros clásicos del Mesón Martín son el saquito de jamón, calabacín y setas y el de foie a la plancha. Una maravilla.
El Bar Sport y su famoso Foie (Fermin Calbeton Kalea, 10).- Es un clásico del casco histórico de Donostia y presume de ser una de las mejores barras de toda la ciudad. Nosotros cada vez que ponemos un pie en la Bella Easo no dejamos de ir al menos una vez al Sport para comer sus famosos pintxos de foie de Las Landas a la plancha con sal Maldon y pimienta. Otros imprescindibles de esta barra son el de setas y jamón y el de Txangurro.
El solomillo del Gandarias (31 de Agosto Kalea, 23).- Una institución del casco histórico donostiarra. Seguro que en esta fantástica barra los ojillos se te van a ir hacia otros pintxos más vistosos, pero prueba el de solomillo con pimiento verde y escamas de sal y flipa. Del Gandarias también nos ‘llevamos’ las carrilleras y el rissoto con queso idiazabal con hongos.
Un ‘completo, del Bodegón Donostiarra (Fermin Calbeton Kalea, 33).- Sin artificios y bien tradicional. El ‘mini completo’ es un pequeño bocadillo con bonito del norte y guindilla encurtida. En esta barra puedes encontrar otros pintxos tradicionales como la ensaladilla rusa o ‘gildas’ donde reina el mejor bonito del norte.
El pimiento relleno de Bonito del Bar Martínez (31 de Agosto Kalea, 13).- Otro de los clasiquísimos de la ciudad vieja. Esta barra tiene varias estrellas, pero nunca probamos un pimiento del piquillo como el que se sirve en el Martínez. Otros buques insignia de este bar son los champiñones (muchos los ponen como la verdadera especialidad del local) y otra exquisitez: la chalota de calabacín con crema de centollo. Pero lo del pimiento relleno.
El Ganbara: setas con foie y tartaletas de txangurro (San Jerónimo Kalea, 21).- Otro de los clásicos del casco histórico donostiarra. La barra de este local está bien servida de pintxos, pero las estrellas son la tartaleta de txangurro (centollos), una receta muy de aquí, y los platos elaborados con setas.
El Tamboril: txampi, txampi, txampi (Pescadería, 2).- De los champiñones del Tamboril solo podemos decir que están buenísimos, porque la receta de este clásico con más de 70 años de historia. Otro clásico de esta barra situada a dos pasos de la Plaza de la Constitución son las gambas rebozadas y el atún en escabeche.
La solicitada y exclusiva tortilla de papas del Néstor (Pescadería Kalea, 11).- Esta barra del centro de la ciudad es famosa por su tortilla de papas con cebolla y pimientos verdes. La fama de esta delicia va más allá de las fronteras de la ciudad y la tortilla del Néstor está entre las mejores de todo el país. Ojo, sólo se hacen dos tortillas al día y hay que apuntarse en una lista que se elabora justo al momento de la apertura del local.
El ‘Croquetón’ del San Martzial (San Marcial, 50).- Las ‘Gavillas’ del San Martzial son otra de esas cosas que hay que probar sí o sí cuando se visita la ciudad de Donostia. Esta delicia con historia es una especie de croquetón con lomo, jamón, queso y una buena cantidad de bechamel muy bien ejecutada. Pese a la dictadura mediática de las gavillas la barra está muy bien surtida de clásicos como las gildas o el pastel de pescado con gambas.
La ensaladilla del Ezkurra, una de las excusas para pasar a Gros (Miracruz, 17).- Una de las barras imprescindible al otro lado del Urumea. La ensaladilla es el pintxo estrella de esta taberna de las de toda la vida aunque hay otros destacados que se repiten en todos los blogs y páginas especializadas: los callos con morro y el bacalao al ajoarriero.
Ramuntxo Berri y su ‘carbón brie’ (Peña y Goñi, 11).- Delicatesen descubierta gracias al blog Se Hace Camino al Andar… Este restaurante de Gros ofrece mucho y bueno, pero flipamos con el carbón brie con mermelada de tomate (un taco de queso a la plancha con semillas de amapola que se acompaña con confitura de tomate). Otro clásico de este restaurante es el taco de atún rojo con con salsa bulgogi y germinados.
Una Txalupa en el Bergara (General Artetxe Kalea, 8).- Otro bar que la rompe en Gros. El pintxo estrella de la barra es la txalupa de langostinos y setas gratinadas, pero hay otros muy buenos bocados como la tortilla de anchoas, el crujiente de langostinos o las carrilleras.
Picantillas en en Urtxori-bi (Secundino Esnaola Kalea, 37).- De diez. Esta tartaleta lleva un relleno de bonito, mahonesa y cebolla es famosa en toda Donostia y reina en una barra donde hay otras estrellas notables como el Bacalao al Txacoli o la ‘Maravilla Urtxori’, un pintxo que combina el jamón ibérico con huevo duro, ancho pimiento rojo y langostino. Casi nada.ç
Croquetas, croquetas y croquetas en Labrit Berri (Zabaleta Kalea, 57).- Esta barra de Gros tiente una carta de pintxos enorme, pero aquí reinan, sobre todas las cosas, las croquetas bien hechas: de mejillones; de jamón; de hongos; de morcilla con queso… Y de las mejores gildas de Gros!!!!
Y para terminar unas papas bravas de escándalo en La Mejillonera (Puerto, 15).- Volvemos al casco viejo para recomendar esta cervecería especializada en mejillones (que se sirven de todas las maneras inimaginables). Nosotros no somos muy de mejillones, pero sí unos fanáticos de las papas bravas y según los locales aquí están de las mejores de la ciudad.
Fotos bajo Licencia CC: Gregory Povey; Kent Wang; Jessica Spengler
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