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Qué ver en Sigüenza: parada fuera de ruta en la casa del Doncel

Sigüenza entre las nieblas. Esta localidad de Guadalajara es una verdadera joya monumental.

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Para ir a Sigüenza hay que ir a Sigüenza. Parece una frase sin sentido o tonta, pero es verdad. Este pequeño centro monumental se encuentra un poco a desmano de la A2, la autovía que conecta Madrid, Zaragoza y Barcelona en lo que es uno de los corredores de comunicaciones más importantes de España. Pero en los tiempos del caballo y el tren, esta pequeña localidad de la provincia de Guadalajara ocupaba un lugar muy importante en las rutas que conectaban el centro del país con el Valle del Ebro y todo el noroeste peninsular a través del valle del Río Henares. Y eso explica la importancia de Sigüenza en el pasado. Un estatus que se manifiesta en forma de grandes edificios de piedra de entre los que destacan su catedral, varios palacios y una de las mejores muestras de escultura funeraria del vasto legado artístico español. Si vas de paso, para llegar a Sigüenza hay que dar un rodeo. Pero merece la pena. Mucho. Esta parte del país está llena de pequeñas grandes ciudades que atesoran un patrimonio apabullante. A dos pasos está Medinaceli y un poco más allá nuestra adorada Soria. Pero aún así es un lugar que queda fuera de la mayoría de los viajes por la zona.

Sigüenza queda a una hora y media de Madrid en tren; apenas un poco más que Toledo o Segovia. Así que no es mala opción para rellenar algún día en la capital española si ya has tachado alguna de las grandes ciudades medievales que se encuentran a tiro de piedra del centro madrileño. Renfe conecta las estaciones de Chamartin y Sigüenza con dos salidas en horario de mañana. El trayecto dura una hora y media y hay una tarifa de turista de ida y vuelta que ronda los 12 euros. Si vas en coche y estás en trayecto por la A-2, las salidas hacia Sigüenza son la CM-1101 si vienes desde Madrid y la CM-110 –Alcolea del Pinar- si vienes desde Zaragoza. ¿Da para quedarse un fin de semana? La respuesta es sí. Y más si vas con coche propio o de alquiler. Desde Sigüenza puedes hacer varias excursiones que merecen mucho la pena.

Qué ver en Sigüenza; pequeña guía del conjunto histórico artístico.- La porticada Plaza Mayor es el núcleo patrimonial de la ciudad. Cómo te decíamos con anterioridad, el Valle del Henares fue una de las principales vías de comunicación del país durante siglos. Por aquí pasaba una calzada romana que unía las ciudades de Emerita Augusta (Mérida) y Caesar Augusta (Zaragoza) lo que explica la presencia de otras villas monumentales como la próxima Medinaceli. Pero fue la reconquista cristiana la que colocó a Sigüenza como cabeza de la comarca en detrimento de su vecina, que vivió sus años dorados durante el periodo árabe. El siglo XII fue clave: se creó el obispado y se cristianizó la zona. Y como símbolo de ese cambio de ‘amos’ se construyó la Catedral de Santa María (Plaza del Obispo Don Bernardo, 6) una verdadera joya que aunó funciones de templo y de fortaleza (también en tiempos muy cercanos). El edificio es una muestra elegante de la evolución de la arquitectura medieval: del románico de sus puertas al gótico de sus naves. Y también tiene añadidos posteriores que engrandecen su calidad arquitectónica. Pero lo que venimos a ver está dentro.

El Doncel de Sigüenza representa a Martín Vázquez de Arce, un joven de 25 años que perdió la vida en el campo de batalla durante las guerras de Granada. El joven descansa reclinado leyendo un libro y a sus pies descansa un león, símbolo de su bravura en el combate. Su cara es plácida. Está absorto en su lectura. Si lo miras a la altura de sus ojos parece serio; pero si lo miras desde abajo puedes ver que esboza una sonrisa leve. Está disfrutando de la lectura aunque sea un libro de rezos. Es una maravilla. Don Martín no era un doncel cuando murió ya que era ya talludo y tuvo esposa y una hija, pero así quedó para la historia gracias a una de las esculturas funerarias más hermosas de todo el mundo. Una obra de arte de autor anónimo que resume toda la carga simbólica de un arte medieval que ya empezaba a declinar (es tardo gótica). Sólo para ver esta verdadera joya del arte universal merece la pena llegarse hasta acá. Pero la catedral tiene otros tesoros como la valiosísima Sacristía de las Cabezas, obra maestra del inmortal Alonso de Covarrubias y una de las cumbres del Renacimiento en España. El templo también guarda, entre otras obras de arte y objetos preciosos, La Anunciación una de las obras más celebradas de El Greco –está en la Capilla de Las Reliquias-.

Pasear por las calles de Sigüenza es dar un salto hacia atrás en el tiempo. El otro gran monumento histórico de la localidad es el Castillo (Plaza del Castillo, sn), una gigantesca fortaleza del siglo XII que se erigió sobre los muros y tapiales de una antigua alcazaba árabe. Este enorme edificio militar y palaciego ha sufrido multitud de idas y venidas a lo largo de la historia. Dicen que su interior era aún más fastuoso, pero fue saqueado por los franceses durante la Guerra de la Independencia. Hoy funciona como Parador Nacional de Turismo y da gusto verlo (y aún más alojarse en su interior). El castillo era la piedra angular de las defensas de una ciudad que fue de frontera durante muchos siglos. Sigüenza aún conserva buenos tramos de muralla (Calle Valencia –espectacular el torreón que puede verse junto a la Biblioteca Municipal-) y varias puertas y pasadizos que formaban parte de sus fortificaciones. El Arco del Portal Mayor era el principal punto de acceso al antiguo burgo medieval desde l siglo XV y sus inmediaciones son el mejor ejemplo de lo que debió ser la plaza en aquellos tiempos: un verdadero laberinto de piedra.

Dentro del casco histórico hay que dejarse llevar por la intuición para ir descubriendo sus puntos de interés; como la sorprendente Puerta de Hierro, remanente del primer muro medieval que quedó integrado en la trama urbana cuando Sigüenza se desbordó y obligó a construir una nueva muralla. O el Arquillo de San Juan, un hueco practicado en una de las torres que servía para separar la Judería (zona de Travesaña Baja) del resto de la población. También conviene ir leyendo los nombres de las calles para encontrar los rastros de viejos gremios, edificios ya desaparecidos y religiones… Otro imperdible es la llamada Casa del Doncel (Arcedianos, 20), un fantástico edificio del siglo XV que pone de manifiesto la fusión de estilos y culturas característicos del XV español. Este palacio vinculado a la familia de los Vázquez de Arce se construyó en estilo gótico civil, pero sus salones más nobles muestran yeserías y artesonados de inspiración musulmana (mudéjar) lo que pone de manifiesto que lo andalusí era lo más entre las grandes familias castellanas. Y hay más: el románico sencillo de San Vicente Mártir (Travesaña Alta, 7); la arquitectura sobria del antiguo Pósito de harina (El Peso, 22); la contundencia renacentista del Palacio de Los Infantes (Callejón de Los Infantes, sn)…

Lugares de interés a dos pasos de Sigüenza.- Para los amantes de la naturaleza queda el fantástico Parque Natural del Barranco del Río Dulce (acceso por GU-118), uno de los mejores lugares de la Península Ibérica para ver verdaderos iconos de la biodiversidad española como el Buitre Leonado, el Alimoche o el Halcón Peregrino. Este río se encuentra encajonado en un sistema de hoces de alto valor paisajístico que sirvió de plató natural para varios capítulos de la mítica ‘El Hombre y la Tierra’ de Félix Rodríguez de la Fuente. El centro de interpretación del parque se encuentra en el cercano pueblo de Mandayona. Si lo que buscas es historia la mejor opción es seguir el cauce del Río Henares siguiendo el trazado de la vía romana que iba hacia Medinaceli. Aquí nos vamos a topar con el Castillo de Guijosa (Camino del Cementerio, 1), una fortificación medieval que se fue convirtiendo en palacio a partir del siglo XV, y un poco más adelante con el Castilviejo de Cubillas (GU-125), un antiguo castro celtíbero que según dicen los expertos servía de posta de vigilancia de los caminos que conducían a Numancia (en Soria). En Alboreca podemos ver una necrópolis medieval y un poco más allá (siguiendo la GU-128) están las Cuevas de Harzal, que han dado abundante material arqueológico prehistórico. Otro lugar interesante es Ambrona, que cuenta con un pequeño museo arqueológico en el que podemos ver los restos fosilizados de elefantes prehistóricos y otras especies de mega fauna asociados a restos líticos que sugieren una escena de caza o carroñeo que se produjo hace unos 350.000 años. Es uno de los yacimientos del Paleolítico Inferior más importantes de toda España.

Fotos bajo Licencia CC: José Ibañez; M.Peinado; Manuel Delgado Tenorio; Randi Hausken; Manel Zaera; Santi Rodríguez Muela

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