Dos días en Hamburgo: El corazón de la Hansa en Aldstadt y Neustadt

Centro histórico de Hamburgo desde las alturas. Destaca la mole del Rathaus, el ayuntamiento local.

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Para unos hanseáticos fanáticos como nosotros tener la oportunidad de pasar un par de días en Hamburgo era una asignatura pendiente. Los que saben un poquito de historia de la vieja Europa sabe que una de las piezas clave que explican la política y la economía de gran parte del continente desde la Edad Media es la Liga de la Hansa, una asociación comercial de ciudades que articuló el trasiego de mercancía, objetos de arte y cultura por buena parte del solar europeo. Hamburgo fue una de las ciudades más importantes de esta liga de banqueros y eso se deja sentir en sus calles y plazas.

El río Elba marca el todo de una ciudad que se encuentra en un punto estratégico con acceso al Mar del Norte. Hoy, este lugar sigue siendo uno de los grandes puertos del mundo continuando con una tradición milenaria volcada con ese mar que sirve para comerciar e intercambiar ideas. La historia de Hamburgo está íntimamente ligada a la creación de la Hansa que se inicia justamente tras el acuerdo comercial de la ciudad con la vecina Lübeck (1241). Y de ahí parte todo.

Fuente en el centro del Inner Alster. Al fondo pueden verse las fachadas de los edificios que dan acceso al centro histórico.

Qué ver en Hamburgo; el Aldstadt.- Y si hay que empezar por el principio hay que irse a los propios cimientos de la ciudad. El Aldstat (centro histórico) es una red de callejuelas, plazas y canales (fleets) que conectan el río con las dársenas de aquellos puertos hanseáticos que se mezclan con la mismísima trama urbana. El centro de la ciudad (parcialmente reconstruido tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial) aún conserva espectaculares ejemplos de esa preciosa arquitectura hansiática tan común en las ciudades que miran al Mar del Norte. Empezamos la visita a las orillas del Inner Alster, un brazo del lago Alster que en tiempos de la Hansa sirvió de gran puerto de la ciudad. Más allá de la espectacularidad de la Fuente de Alster (y su chorro de agua que supera los 60 metros de altura) este ‘lago’ interior presenta una fachada urbana donde los edificios nuevos se mezclan con algunas fachadas de piedra y ladrillo que dan buena muestra de la potencia de aquellos años de la Hansa.

Torres del Ayuntamiento de Hamburgo.

La ruta propuesta parte desde las orillas del Alster y se interna por el Aldstadt por la calle Neuer Wall para ir yendo y viniendo de un lado al otro para ver los dos grandes caminos de agua que atraviesan esta parte de la ciudad desde distintos puntos de vista: hablamos de los canales Bleinchefleet y el Alsterfleet. Ahí encontrarás elegantes edificios de ladrillo rojo y nuevos edificios que se asoman a los canales. LO que tenía que se este lugar antes de los bombardeos. Para encontrar esas huellas del pasado hay que concentrarse en dos puntos.

Catedral de hierro forjado. Estación de trenes de Hauptbahnhof Nord.

El Mercado del Ayuntamiento: Este es uno de los dos lugares clave para tratar de imaginar como era la ciudad antes de que fuera arrasada por las bombas aliadas en la llamada Operación Gomorra (mayo-junio de 1943). Desde los Soportales del Alster (junto al canal de Alsterfleet) puedes hacer la primera de las fotos del espacio. La plaza está presidida por el Rathaus -Ayuntamiento- (Rthausmarket, 1) un precioso edificio del siglo XIX que hace un homenaje sobresaliente al renacimiento alemán de los siglos XV y XVI. El otro hito histórico de este lugar es la Iglesia de San Pedro (Petrikirche, 2) una de las pocas que quedó en pie. Estamos ante una de esas maravillosas iglesias góticas construidas con ladrillo (siglo XIV). En torno a este bonito templo puedes ver un par de edificios residenciales históricos que sobrevivieron a las bombas (en la calle Mönckebergstraße).

Conjunto de casas medievales en la calle Deichstraße. Es uno de los pocos lugares de Hamburgo que salió indemne de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

El entorno del Canal de Nikolaifleet: Aquí vas a encontrar un pequeño núcleo de casas y viejos palacios medievales que se salvaron de las llamas. Algunos están aislados como el precioso Laeiszhof (Trostbrücke, 1), un precioso edificio de oficinas del siglo XIX, y otros formando pequeños conjuntos como las casas de la Calle Deichstraße, sin duda alguna, el mejor de los islotes de casas históricas de la ciudad. El eje de este barrio es la antigua Iglesia de San Nicolás, de la que apenas queda su torre y un par de muros. El lugar se ha aprovechado para montar el Memorial de la Segunda Guerra Mundial (Willy-Brandt-Straße, 60).

Acceso principal del Kunsthalle de Hamburgo. Este museo es uno de los más antiguos del mundo.

Un museo de fama mundial.- A dos pasos del centro del Aldstat nos encontramos con la Avenida de Glockengießerwall, que sigue el trazado de las antiguas murallas y marca el límite de Hamburgo por su flanco norte. Aquí nos encontramos varios puntos de interés como la Estación de Hauptbahnhof Nord (Hachmannplatz, 16), uno de esos templos burgueses del siglo XIX dedicados al ferrocarril que merecen la pena verse por su arquitectura e ingeniería (que resumen los casi 200 años de historia del tren). Pero lo más importante de esta zona de la ciudad son los grandes museos que se encuentran junto a las exclusas del viejo puerto del Binnenalster. El Kunsthalle de Hamburgo (Glockengießerwall, 5) es uno de los museos de arte más importantes de Europa y también de los más antiguos, con una colección brutal que abarca más de siete siglos de historia del arte mundial.

La portada de San Miguel desde uno de los muchos callejones del barrio de Neustadt.

El barrio de Neustadt.- Terminamos este primer día de paseo por la ciudad de Hamburgo recorriendo algunos puntos importantes del barrio de Neustadt. Si vienes desde el entorno de San Nicolás, lo mejor es hacer una primera y breve incursión por las orillas del Elba (el Paseo Marítimo de Jan Fedder -el Promenade, como dicen aquí-) para encaminarnos hacia el Parque de Michelwiese para ver dos cositas lindas: la más insólita es el ‘Angelito’, una réplica exacta de uno de los moais de nuestra querida y añorada Isla de Pascua y la más normal es la Iglesia de San Miguel (Engl. Planke, 1), un bonito templo barroco del siglo XVII.

Casas del siglo XVIII en el Callejón Krameramtswohnungen.

Y terminamos en la Plaza de Großneumarkt y sus callejones (Barrio de Gängeviertel). Esta bonita plaza marca la expansión de la ciudad más allá de las viejas murallas en los siglos XVIII y XIX. Uno de estos callejones que hay que ir a ver es el de Krameramtswohnungen, donde puedes ver un pequeño conjunto de casas de principios del siglo XVIII que, milagrosamente, se salvaron de los bombardeos.

Fotos bajo Licencia CC: enbodenumer; Sergei Gussev; Taylor and Kevin; Fred Romero; Paul; Jim Kelly; Can Pac Swire; Rita

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